Ariadna Cabrera.
En el llamado debate sobre la «nacionalidad», el presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, reconoció que Canarias «sigue estando mal» con un incremento de las cifras de paro, la pobreza y el riesgo de exclusión, pero aún así, ve «razones para la esperanza». ¿Cuáles? Estos «nuevos clérigos» usan en el lenguaje político las virtudes teologales con gran ligereza evanescente y sin concreción ninguna. ¿Acaso dimite él? ¿Se autoexilia? ¿Le deportan los ciudadanos? Irregulares y turismo casan mal y es lo que él ha permitido en Canarias, su destrucción, su hundimiento.