Editorial.
Canarias debe unirse, todos a una, aparcar las diferencias, ni izquierdas, ni derechas. Los problemas que afronta Canarias son globales, afectan a toda la sociedad, sin diferencias ideológicas. La invasión tumbará el turismo, la industria fundamental, esencial de Canarias. La clase política ha traicionado al pueblo canario, lo ha dejado indefenso. El Gobierno ha mentido al pueblo canario, sus hoteles siguen ocupados. Los irregulares tienen campamentos donde se agrupan. Sólo un esfuerzo colectivo de supervivencia permitirá la salvación de Canarias.