Javier de la Calle.
Isabel Díaz Ayuso ganará la convocatoria del 4 de mayo y gobernará sin tener que aguantar a un Cs que no servía de nada a la sociedad. Un Cs que solo ha aportado inestabilidad y una falta de lealtad no vista antes en la política contemporánea de España.
La sintonía entre Ayuso y Rocío Monasterio es palpable, lo que es una apuesta ganadora para los intereses de Madrid y un antídoto contra el absurdo de género. Dos mujeres, feministas de verdad y antihembristas, dos luchadoras y ejemplo de que no se necesitan privilegios para triunfar.
Isabel Díaz Ayuso va camino de ser la primera mujer presidente del Gobierno de España en un par de convocatorias electorales. Pablo fraCasado, con sus celos infantiles hacia Santiago Abascal, conseguirá que Pedro Sánchez siga otra temporada en la Moncloa, junto a los enemigos de España, lo que será su tumba política y el empujón de Ayuso a liderar el Partido Popular, momento en el que, por fin, alguien abrirá las ventanas de ese Partido y aireará su interior, que es la única forma de levantar esa formación política.
Con Díaz Ayuso, la derecha española unirá esfuerzos y devolverá la estabilidad a este país que hoy es como un barco a la deriva sin patrón. Los años de presidente de la Comunidad de Madrid, le van a ofrecer una experiencia vital para afrontar la dirección de un país, algo que le llegará en un momento y edad idóneo.
El futuro tándem Ayuso-Monasterio, si funciona como todo apunta, sería otro tándem a exportar a la política nacional y una garantía de éxito como lo será en Madrid.