Enrique de Diego.
El destino del mundo se juega, en mi opinión, en dos escenarios, y a nosotros nos ha tocado uno: USA y Canarias. Esas son las dos grandes y decisivas batallas contra el globalismo y no se pueden perder: nos va la vida a los patriotas en ello. Es un proyecto diabólico el del globalismo con una impronta genocida por lo que las mejores armas son la oración y el perfeccionamiento personal, la mejora del carácter.
En USA, el satánico Partido Demócrata, con el sobón y abortista Joe Biden ha empezado muy mal. Los demócratas necesitaban que los republicanos entraran al juego y se satelizaran contra Donald Trump. No lo han conseguido. La popularidad de Trump ha subido hasta las nubes y el electorado republicano quiere que verle en las elecciones de 2024. Sobón Biden es inconsistente, tiene un pie en estribo y es un juguete en manos de las élites globalistas, que se ha apresurado a desmontar la gestión de Trump, pero cuyo programa es un auténtico desastre. Trump necesita redes sociales propias y una televisión, Hay mercado, hay negocio, luego se cubrirá el vacío. Y entonces, el satánico Partido Demócrata y sus apoyos mediáticos estarán perdidos.
Cuando despierte Canarias, el sistema temblara
A nosotros nos ha tocado en suerte tener el segundo frente de batalla: en Canarias. Es, sin duda. y lo ha sido a través de los siglos, un punto estratégico, a caballo entre el Nuevo y el Viejo Mundo, por el que pasan las rutas marítimas, que es como se siguen moviendo las mercancías en el mundo. Es un territorio ansiado por Marruecos, máxime al haberse encontrado petróleo en su plataforma. Nada de lo que ocurre en Canarias es casualidad, ni la llegada de más de 25.000 irregulares, ni la actitud sumisa al globalismo del Gobierno de España y del desacreditado gobierno canario, totalmente ineficaz. El alojamiento en hoteles describe muy bien la actitud globalista del ministro Escrivá y del presidente Sánchez: negocio para unos cuantos hoteleros y brutal efecto llamada.
El polvorín canario ya ha estallado pero quedan ver sus efectos y como desborda completamente a los medios de comunicación canarias y a su incompetente clase política. Es una población de unos 5 millones de habitantes, que vota izquierda y nacionalistas por lazos familiares. Ha sido muy propensa a los juegos semánticos globalistas con los correspondientes anatemas laicos. Tiene un elevado componente de gays y lesbianas. Pero les ha caído la tormenta perfecta para hundirles económicamente porque viven del turismo, nudista fundamentalmente, y es incompatible con irregulares indeseados que no se atienen a las normas: reyertas continuas.
Por ahora, los canarios, como se dice allí, están «escapando», sobreviven, con muy poco dinero se puede pasar en Canarias, casi sin ropa. Pero el horizonte inmediato es muy sombrío. Cuando se acaben los ERTES no habrá de qué vivir, salvo los políticos, claro. O se trabaja en el turismo o no hay sector alternativo, y el sector turístico necesita estabilidad y seguridad. Ha sido una grata sorpresa la creciente movilización de la sociedad civil canaria. Está creando una Federación movilizada por la Asociación de Vecinos de La Isleta El Timonel. La radio TOP 21 para el día 20 de marzo ha convocado una cadena humana. Ojalá tenga éxito. Será el pistoletazo de salida para otras acciones.
Canarias ha vivido hasta ahora al margen de la Península y la Península al margen de Canarias. Los medios de comunicación no ofrecen información del grave problema que acucia a Canarias. Nada me alegra más que ver como está respondiendo la población canaria a las informaciones que facilita de la estricta realidad Rambla Libre y nada me satisface más ver la sensibilidad creciente del público peninsular. Todos, en esta hora, somos Canarias y hay que demostrarlo.
Si la batalla de Canarias, el premio será inmenso: toda la clase política quedará desacreditada, se irá a su renovación. Cuando Canarias despierte, el sistema temblará, porque estará acabado.