Redacción.
La bajísima participación en las elecciones catalanas pone en peligro la legitimidad de origen que se sitúa en el 50%. Según datos oficiales de la Generalitat, hasta las 13 horas han votado el 22,7% de los catalanes, 12 puntos menos que en los comicios de 2017. Esto implica un auténtico hundimiento y un rechazo a la casta parasitaria.