Javier de la Calle.
Estalla el escándalo del dinero negro de las mesas de Vox. El partido se dio a conocer con la colocación de las famosas mesas informativas y han sido un buen negocio para alguien, una especie de caja B, según denuncian varios ex militantes de Vox. Porque la función fundamental era dar a conocer al partido y vender diversos objetos patrióticos de merchandising, que al principio suministraba el partido, pero luego a Vox se le acabaron y fue la inventiva de la gente, echando mano de amigos, los que lo facilitaban, pero el dinero se entregaba al partido, concretamente a Enrique Cabanas o a Miriam Vidal, proveniente de la Fundación Francisco Franco, según confirman las fuentes.
No se trata de cantidades pequeñas si se tiene en cuenta las que se ponían sino de un suculento negocio. En Madrid, con 21 distritos, una mesa podía generar al día entre 200 y 300 euros al día y se ponían todo el fin de semana, y tras el boom de las andaluzas, en las elecciones municipales y generales se ponían los quince días de campaña. El partido no ponía nada y lo recibía todo y en B. Así, por toda España. «Nosotros, como patriotas, pero también como pardillos, lo hacíamos todo por la causa, lo entregábamos todo, pero alguien se lo ha quedado», denuncia un ex militante de Vox.
No mediaba ningún papel, ni quedaba ninguna constancia. Un dinero fácil para apropiárselo, según reconocen las fuentes, para quienes Vox «no es otra cosa que una estafa piramidal, una mafia, que dicen que funciona por principios, pero es el negocio de Santiago Abascal y unos cuantos».