Enrique de Diego.
Basta ya de condescendencias, eres un maldito traidor, chulo puta. Mira, Pedro Sánchez , la primera función de un presidente del Gobierno de una nación es cuidar sus fronteras y que no entren los enemigos, ninguno. Tú, sin embargo, has abierto las puertas de par en par, según tus falsos criterios humanitarios y los de tu amo, el perverso hasta lo indecible, George Soros. Las cosas que tú dices, y ese partido de mierda que te sostiene, no son opinables, no son de recibo, son, simple y llanamente, alta traición con todas las letras, de la peor especie, y como tal serás tratado y responderás de tu grave dejación de funciones.
No hay título más vergonzoso que el de traidor y tú lo eres en grado máximo, elevado a la enésima potencia. Eres un canalla que no defiendes a los tuyos, como es tu deber indeclinable. En vez de defender las fronteras las abres a todo bicho viviente. Y eso no lo puedes hacer, no tienes derecho, se te paga para lo contrario, y si no sabes hacer o no quieres deja el puesto a otro, porque tú eres un maldito traidor. Basta ya de monsergas, de jerigonzas, de mariconada, de buenismos porque el buenismo mata y destroza y destruye a las sociedades, como a Francia donde ya ven, después de experimentos peligrosísimos, que no se deben ni pueden hacer con una sociedad, con una nación, que están haciendo un estado dentro de un Estado, que entran por Lampedusa para matar, que a las horas pisar suelo francés, el enemigo mata. Macron otro traidor. Ángela Merkel, otra traidora, que pagarán por sus crímenes, por la omisión de sus deberes para con el Estado, para sus connacionales.
Tenlo claro, serás juzgado y contigo todos los canallas que se han dedicado a desarmar una sociedad, con los cantos de sirena mendaces de un paraíso multicultural. O defiendes las fronteras o cualquier español de bien tiene legitimidad para echarte. Y basta ya de aventar opiniones suicidas de la decadencia de toda una civilización que se tambalea, impotente y sin resortes morales. Es lo mínimo. Una nación debe ser una fortaleza y los únicos puentes deben ser los levadizos. Tú no eres la hermanita de la caridad de todo el mundo. Lo que eres es un gilipollas de marca mayor. Tienes a unos guardias civiles, que nos cuestan una pasta, con el sistema FRONTEX mirando como pasmarotes de donde salen los kayukos y las pateras y llamando a Salvamento Marítimo, que ha degenerado en una mafia, para organizar el Tráfico, en vez de llamar a la poca Armada que nos queda a impedir que asalten nuestras fronteras, a que las defiendan con uñas y dientes, con los cañones, si hace falta. De esa forma, estás permitiendo que invadan Canarias, con cargo al contribuyente, y les alojas en complejos turísticos de cuatro estrellas y les has montado una fortaleza, y ya son más que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y pronto les doblarán. Y en todas las manifestaciones, hay «menas», que no son pobres huerfanitos como dijo la imbécil de Teresa Rodríguez, sino delincuentes habituales, sin oficio y beneficio, que sus padres los mandas a los que mantengamos nosotros para seguir follando teniendo hijos, que se dedican al saqueo. Tonto del haba, que ya no sonríes, a la vista de la que estás montando. Y no es los españoles, primero; es los españoles únicamente, porque es nuestra Patria y esas nacionalidad de quita y pon, que se han dado como caramelos a la perta de un colegio van a tener que ser revisadas todas.
No se pueden sostener opiniones suicidas. No se puede desarmar a la sociedad, que es lo que habéis hecho tú y tus traidores mandatorios de media Europa. Traidores todos. Un Núremberg para ti y para ellos. No eres el dueño de nuestras fronteras, estás para protegerlas, que no entre nadie, es lo mínimo, si no tendrá que pagar por ello.