Javier de la Calle.
En el más prestigioso diario suizo se ha lanzado la especie de España es un Estado fallido, ante la incompetencia de sus políticos. Ramón Peralta, profesor titular de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, lo niega, pero afirma lo que está fallido es el régimen político de 78: «no hay un Estado fallido, lo que falla es el régimen político vigente, un régimen agotado que ha provocado un fuerte endeudamiento por el carácter elefantiásico del sector público.

«Un régimen partidocrático en el que no hay separación de poderes con una judicatura dependiente por completo de los partidos políticos. que nombran a todos los miembros de su órgano de gobierno. Con un poder ejecutivo designado por el poder legislativo, esto es, los dos poderes políticos del Estado confundidos de esta manera, controlados por el mismo grupo político. Con una organización territorial que ha devenido en el establecimiento de 17 mini-Estados, donde se duplican las Administraciones con confusión de competencias y proliferación caótica de la legislación, multiplicada por 17. No, el Estado español, un Estado europeo-occidental, no es el fallo, el fallo está en un sistema político-constitucional necesitado de una profunda reforma. La pandemia está suponiendo el principio del fin del régimen establecido por la Constitución de 1978.

Javier Marzal: Hacia la decadencia de Occidente
Para Javier Marzal, presidente de ANVIPED, una asociación que lucha contra la metamafia judicial, «el sector público español es el mayor problema de los españoles, como acredité en el Manifiesto sobre la metamafia institucional española que varios medios publicaron con el acertado titular «La metamafia institucional como causa de la decadencia». Sin embargo, la idea de un «Estado fallido» presupone que existen Estados que funcionan y eso no es cierto como acredito en mis trabajos escritos, al menos con los macro-Estados occidentales. Un español que ha vivido en Suiza desde la adolescencia y lleva más de 30 años, me dijo que en los colegios suizos les indoctrinan haciéndoles creer que Suiza tiene el sistema político más avanzado del mundo, pero todo es mentira. Formo parte de un Comité internacional donde hay alemanes, estadounidenses, franceses, suecos, suizos, etc. y en todo el mundo existen regímenes de totalitarismo autoritario, donde se represalian a los contrapoderes (medios, empresarios, asociaciones y abogados). Yo mismo soy víctima de estas represalias totalitarias. En realidad, la democracia es un sistema decadente, como está reconocido oficialmente en el documento «Europa: Horizonte 2030″ publicado en 2010. Ayer publicaron un artículo mío, donde afirmo que la solución es la post-democracia y en 2016 propuse una idea en este sentido. Cabria añadir que desde la década de 1950, en todo occidente, la idea del Estado de bienestar ha aprovechado la riqueza creada por el sector empresarial, para construir el macro-Estado, del que deriva la metamafia institucional. Esta enorme creación de riqueza ha sido posible a pesar de las trabas públicas (intervencionismo, gasto público, trabas administrativas, etc) que nos han ido llevando hacia la decadencia».