Enrique de Diego.
Eres ruin hasta decir basta, Ignacio PaniAguado, y los madrileños te importan un bledo. Eres mediocre hasta el infinito y destacas sólo por tu deslealtad y tu espíritu de traidor, garrapata, como te llama Losantos, pero garrapata traidora. Las pobres garrapatas actúan por instinto, tú por tu ánimo taimado y acomplejado. A mi me pareces más a la víbora cornuda que te arrastras sobre tu vientre e inoculas tu veneno o el alacrán de la historia que no sabe otra cosa que soltar su ponzoña. Pero no es cosa de enmendarle la plana al maestro del mote, Losantos, así que garrapata traidora.
Primero te inventas un principio de acuerdo y sueltas la salvajada con tono melifluo, la bobada como las que suelta Inés Arrimadas: «El diálogo da resultados. La unidad salva vidas y empleos». Ni salva vidas, ni mucho menos empleos. Vas a llevar al hambre física a los madrileños y de ahí, como un efecto dominó, a todos los españoles. Mameluco, eres los cuatro jinetes del Apocalipsis, todos a la vez. Confinar Madrid representa la friolera de perder el 15% de su PIB y 800.000 empleos, confinarlo mes y medio, hace desaparecer el 25% del PIB y un paro de 1,2 millones. ¡Sucio traidor; canallita! Vas y sueltas eso de «ahora toca colaborar más y pelearnos menos en ruedas de prensa o tribunales! Lacayo del peor ministro de Sanidad del mundo mundial, que dice actuar en nombre de la ciencia, y en contra de la legalidad, sin el acuerdo unánime de la Comisión Interterritorial; de un ministro pasmado que fue capaz de inventarse un Comité de Expertos, para actuar a sus anchas.
Lo dices al tiempo que Isabel Díaz Ayuso, para defendernos de la ruina a la que nos abocan los socialistas, con tú concurso, con tú connivencia, con tu traición vendida mendazmente como unidad, lleva a la Audiencia Nacional una medida a todas luces ilegal, que da la puntilla a Madrid, rompeolas de España, locomotora económica. Hablas tú de no usar los tribunales y has tenido la osadía por denunciar tu patente corrupción, tu conducta delictiva, de delincuente, de presunto delincuente. Me las vas a pagar todas juntas, garrapata, como te ha bautizado Losantos. Si ya no hay para pagar las pensiones, cuyo gasto asciende a 84.545 millones y lo que se recauda, al mes, por cotizaciones a la Seguridad Social se mueve en 78.928 millones, y ¡quieres mandar a 800.000 al paro o a 1,2 millones! Eso es la ruina, eso es el hambre, eso es hacer estallar el Sistema de Salud y la enseñanza pública. Eso es el hambre física, aullando por las calles de España, es la inseguridad y la ocupación.
Madrileños, estáis en manos de un traidor, de un políticastro que juega con vuestro trabajo, con vuestras vidas y las vidas de vuestros hijos. ¡Luchad, que no se salga con la suya, el más miserable, el más acomplejado, el más taimado! ¡Qué todo el mundo le vuelva la espalda y vomite al pronunciar su nombre!