Enrique de Diego.
Eres el político más mentiroso, que ya es decir, el más fantasma, el más felón, te da los mismo decir una cosa y la contraria, lo mismo ocho que ochenta, vives al día, mientras el cuerpo aguante, te montas el Falcon y te vas a La Mareta, cuando dos terceras partes del país lampa y espera el ERTE, antesala del despido, o tiene que ir a Cáritas en busca de alimentos. Vas a terminar mal, las vas a pagar todas juntas, por chulo puta. Eres el hombre de George Soros, que de jovencito te pagaba la formación, es al primero que recibiste, en secreto, en Moncloa y luego el has visto a él o a su hijo cinco veces en lo que va de año, eres el hombre de Bill Gates, al que has adelantado dinero para la vacuna, eres el hombre de Rockefeller, en cuyos saraos de bailarinas de ropa escasa te solazas. Y te lo has montado bastante bien con Begoña Gómez haciendo caja.
Pero la fiesta se ha terminado. Tú, que esperas que tu estrella resuelva los problemas, que crees que toda se arregla comprando las televisiones, que te autoconvences de que estamos vivos gracias a ti que tienes a un inútil total de ministra de Sanidad y a un tonto del culo dando la cara, a Fernando Simón, que a base de estupideces lo quieres convertir en héroe, que dialécticamente todo se arregla culpando a la oposición, tus días de gloria son cosa del pasado.
No puedes reeditar el milagro de los panes y los peces. Eres el último de la maldita saga del Estado de partidos. El último imbécil diciendo las tonterías de Zapatero. El último chulo puta viviendo a todo tren de los bienes del Estado. Ahora te toca dar las malas noticias, Que el PIB cayó un 18,5% en el último trimestre y eso significa, pedazo de feminista, que vas a tener que salir con tu cara de bobo en ese Aló presidente, que te has montado en el que chupas cámara para no decir nada, a decir cosas como que bajas el sueldo un 4o% a los funcionarios, que rebajas las pensiones de hambre hasta el 45% y que el sistema de salud no puedes sostenerlo. Y no te va a servir de nada tu propaganda distópica, ni tu apostura de demente. Que no hay dinero ni para Cáritas, ni para tu red asistencial, porque antes debes mantener los privilegios de la casta política y de tus redes clientelares.
El pueblo llano y soberano no te va a perdonar; desesperado te va a pedir explicaciones airado y se va a incautar del Falcon y va poner en venta La Mareta y va a asaltar el Palacio de Invierno y va a inquirir para que coños sirven esos asesores suyos que han llevado crudo 46 millones en 6 meses, porque el hambre despierta las mentes y los más bajos instintos, y se va a preguntar, imperiosamente, para que servís los 400.000 políticos y sus cortes más que para expoliar a la gente sencilla, para engañarle con rollos macabeos y os va a botar a todos, os va dar una patada en el trasero y se va preguntar porqué todos los corruptos campan a sus anchas mientras el pueblo no tiene que llevarse a la boca. Disfruta estos días de tregua o estos meses, porque luego llegarán las tristes nuevas. Tú mundo se acaba entre estertores de espanto. Satanás, a quien sirves, quien te ha dado el poder, primero te miente y luego te destruye.
Ese pueblo adormecido se levantará y reventará llevándose por delante la mierda que tú tan bien representas.