Javier de la Calle.
El PNV tenía un cacicato, que le habían regalado en la transición, con el cupo y otras regalías, lo ha mantenido en todo momento con la inestimable e inmunda colaboración con ETA, decimos tenía porque el 12 de julio de 2020 se ha venido abajo con estrépito no frente a nadie sino frente alos ciudadnos vascos más ilustrados que han mostrado su malestar con una abstención activa abrumadora, del 42,78%, lo cual deja la legitimidad de origen del cacicato en agua de borrajas y le han clavado en el corazón sarnoso y corrupto del PNV donde más le duele, en Bilbao, con una abstención activa del 51,40. Es decir, se han abstenido más de los que han votado a todos los partidos. A los bilbaínos se les ha acabado la paciencia, no les gusta la sumisión al globalismo, el aspecto islámico de su ciudad, ni la cantidad de inútiles y tarugos que les toca mantener con cupo o sin cupo.