Javier de la Calle.
Tras las últimas noticias sobre la intención de Podemos de desmilitarizar la Guardia Civil y reunificarla con el CNP, algo que es un riesgo real porque es la única oportunidad para comunistas, filoterroristas e independentistas de obtener el trofeo más preciado de acabar con la Benemérita, unido a la Ley de Equiparación Salarial propuesta por VOX, hay un apartado que será, a todas luces, el primero en verse, los Pabellones (viviendas oficiales).
La Ley de Equiparación o la propia equiparación salarial de las FCSE es incompatible con el actual sistema de Pabellones, ya que solo unos 26.000 agentes de los 85.000 de la Guardia Civil pueden acceder a los mismos y ahorrase una media de 700 euros de alquiler al mes al ser los que permanecen habitables de los 35.000 que tiene la Benemérita, y eso hablando de guardias civiles, imaginen de miembros del CNP que no tienen.
Aparte de ese agravio comparativo nos encontramos con la falta de medios para su mantenimiento, teniendo un ejemplo en el tristemente famoso Puesto de Galapagar y los graves problemas que tuvieron y tienen de termitas y estado general.
Algunas voces hablan de que los beneficiarios abonen una cantidad en concepto de alquiler, pero no es viable por varios motivos; si pagan la Guardia Civil debería mantenerlos perfectos como casero y seguiría el agravio comparativo por el precio.
La Guardia Civil, y más ahora con la crisis en la que entramos, debe hacer lo que ya hiciera el Ejército, CNP o Parque Móvil años atrás, es decir enajenarlos de forma similar a como estas instituciones lo hicieron y máxime cuando tienden a reagruparse en breve los Puestos y se cerrarán los cuarteles pequeños para optimizar.
El Ejército los vendió a los usuarios por el derecho de tanteo y al 50% de su tasación, los no vendidos se subastaron.
Con esta medida no solo se acabaría con un agravio comparativo, sino que se recaudarían alrededor de 2.500 millones de euros para modernizar los Puestos que quedasen operativos sin que afectase al presupuesto general.