Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
Victoria Moya es su nombre auténtico, bello y sonoro nombre que, sin embargo, se convirtió para la vida artística en el no menos hermoso de Linda Cristal. Siempre es tiempo de recordar a una mujer como ella, aun entre nosotros y que supo fascinar a John Wayne tanto como a los millones de admiradores de esa obra maestra que es El Alamo (1960 ). La magia del cine ha fijado su imagen con el material del que esta hechos los sueños.
Cuando John Wayne la conoció en Perú en 1956 pensó en ella para el personaje de María Graziella de “El Alamo “, que aún era un proyecto sin iniciar. Fue un descubrimiento a primera vista. Dos años después cuando la película iba a iniciar su rodaje Wayne llamó a Linda y le brindó el personaje de su vida, la bella mejicana que vive un fugaz romance con Davy Crockett. Ella tiene a su cargo una de las más bellas secuencias de la película, cuando el protagonista mirando sus ojos pronuncia su célebre parlamento: “Solo tu has dado sentido a la vida (… ) existen el bien y el mal y hay que tomar un camino u otro, si eliges el primero es la vida, pero si vas por el segundo es como si ya estuvieras muerto aunque continúes andando“.
Junto a El Alamo, inolvidable obra maestra, Linda Cristal trabajó con John Ford en Dos cabalgan juntos, 1961 ( al lado de James Stewart y Richard Widmark ) y con Richard Fleischer en la notable Mr Majestyk, 1974, protagonizada por Charles Bronson. Son sin duda las tres mejores películas de su filmografía.
El grueso de su popularidad se cimentaría en los años sesenta con la serie de TV: El gran chaparral. Con ella nacieron muchos nuevos admiradores en toda América.
Marta Victoria Moya nació en Buenos Aires ( Argentina ) el 23 de febrero de 1934. Su padre, Antonio Moya, era un editor de revistas italiano, y su madre era francesa, de apellido Bourgés. En 1947 ―cuando tenía 13 años― los tres tuvieron un gravísimo accidente de tránsito, y ella fue la única sobreviviente. En su momento se consideró que el accidente había sido un pacto de suicidio, aunque la actriz ha declarado que su madre era diabética y posiblemente sufrió un desmayo debido a la caída de la glucosa en la sangre. Ese mismo año se casó con el actor Tito Gómez, peor el matrimonio tan solo duró dos semanas.
Con ocasión de filmar la película de terror La bestia magnífica (1953) su productor Raúl de Anda le inventó el seudónimo Linda Cristal. «Linda, que significa ‘hermosa’, y Cristal, porque su piel es tan perfecta como el cristal».
Debutó en Hollywood tuvo lugar en Comanche (1956), dirigida por George Sherman y protagonizada por Dana Andrews. Trabajó en películas de la serie B en Estados Unidos y en Europa (Las legiones de Cleopatra , de Vittorio Cottafavi ).
En marzo de 1958 conoció al petrolero e industrial Robert W. Bob Champion, que se convertiría en su segundo marido. Solo duró un año su enlace. En 1960 se casaría por tercera vez, en esta ocasión con Yale Wessler. El matrimonio duró seis años pero le dio dos hijos, Gregory ( 1962 ) y Jordan ( 1963 ).
El Alamo, 1960 producida y dirigida por John Wayne se convertiría en la película de su vida. El personaje romántico de María Graziella adquirió una estatura mágica en la piel y en los ojos negros de una bellísima Linda Cristal capaz de enamorar a la cámara con su simple mirada.
Aunque Ford recurrió a ella para la magnífica Dos cabalgan juntos, sería la TV con El gran chaparral ( 1967 – 1971), la que convirtió a Linda en una figura muy popular en Estados Unidos. Leif Erickson, Cameron Mitchell, Henry Darrow …compartieron protagonismo con ella. El gran chaparral, creada por David Dortot ( responsable de Bonanza ) narraba las andanzas de dos familias, los Canon y los Montoya en las tierras agrestes de Arizona. Se trataba de un “western “ familiar donde aparecían conflictos personales, romances o el mismísimo jefe apache, Cochise. La descripción de las familias y sus problemas cobraban protagonismo sobre la acción. La serie es un clásico de la Tv de la época y Linda Cristal, dando vida a Victoria Montoya ( casi su verdadero nombre ) se apuntó un gran triunfo personal.
Aparte de El gran Chaparral. Linda brindó su belleza en numerosas series y telefilms desde Sam Cade, Bonanza hasta Barnaby Jones.
En 1985 regresó a Argentina para intervenir en la telenovela Rosse. Después el retiro, el recuerdo.
Hoy, a sus ochenta y seis años, Linda Cristal – María Graziella – posee el atractivo de un pasado glorioso que pervivirá siempre que películas como “El Alamo “ continúen conquistando el alma de millones de cinéfilos del mundo entero.