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Coronavirus: Gran daño económico pero escaso real y la responsabilidad de George Soros

Redacción




Roberto Centeno. Catedrático de Economía

El coronavirus ( COVID-19) detectado oficialmente el 31 de Diciembre, ha infectado a final de Febrero a 90.000 personas y causado la muerte de 3.000. Una tasa de mortalidad del 3,3%, aunque esto es una media, fuera de China hay 2.900 afectados en 34 países, y 46 fallecidos, con una tasa de mortalidad del 1,6%. Por otro lado, y esto es crucial, en la provincia de Wuhan donde se originó el brote y más infectados y muertos con diferencia, la epidemia ha alcanzado el culmen, y el número de nuevos infectados comienza a decrecer. 

Además, como el calor es letal para el virus, conforme vayamos acercándonos al verano con mayor velocidad desaparecerá la epidemia, y sin embargo la histeria provocada con la ayuda de los medios de comunicación como denunció el miércoles el Presidente Trump, está provocando un pánico injustificado y un daño económico infinitamente más grave y duradero. Y en este punto es inevitable preguntarse, ¿cómo empezó todo y a quien beneficia?.

La versión oficial y de la inmensa mayoría de medios es clara: en el mercado de animales de Wuhan, cuyas condiciones de suciedad habrían propagado el virus, probablemente un murciélago. Vale, y entonces la pregunta que, oh casualidad, nadie se hace, ese mercado tiene una antigüedad de muchos siglos, en las mismas condiciones se suciedad y falta de higiene que hoy, o más bien mucho peores, entonces ¿por qué nunca antes se había producido una epidemia así?.

Pero hay otra versión, la conspiranioca, ¿y cual es esa versión?. Miramos alrededor y ¿qué vemos? Un laboratorio llamado WuXI App Tec, localizado en Wuhan en el 666 Gaoxin Road East Lake, cuyo objetivo se describe como “investigación de pequeñas moléculas para la creación de medicamentos”, o sea, un laboratorio biológico. Y ya la bomba. ¿Quién es uno de sus principales accionistas? Ese auténtico genio del mal llamado George Soros. Esto queridos lectores, no es una teoría conspiranoica, esto son hechos.

 

Otro hecho es que el mercado de Wuhan por sucio y antihigiénico que sea no había producido epidemia alguna, y llega Soros monta (con otros) un laboratorio de “investigación biológica”, y al cabo de un tiempo, zas, una epidemia con consecuencias económicas potencialmente gravísimas, justo el año en que las encuestas dicen que el enemigo mortal de Soros y que ha jurado acabar con él va a arrasar en las elecciones de Noviembre.

Y ahora vayamos a la ciencia. Existe un principio universalmente aceptado en la investigación científica denominado “navaja de Ockam”, un fraile teólogo inglés del s XIII, que dice, “la explicación mas simple es probablemente la correcta”, y la explicación mas sencilla en este caso es que el virus ha sido fabricado en un laboratorio. El microbiólogo español Francisco Martínez Mojica, ‘padre’ de la herramienta de edición genética CRISPR, apunta la posibilidad de que el coronavirus pueda ser un «virus mutante» y haya «escapado» de un laboratorio de Wuhan.

«No me extrañaría que simplemente fuera un virus mutante», ha declarado Mojica, quien argumenta que «ya saltaron unas cuantas alarmas desde otro centro de investigación» de EE UU sobre una posible carencia de «requisitos de seguridad» en este laboratorio de investigación de Wuhan «con virus patógenos». Los virus mutan muchísimo y, cuando no se controlan exactamente, «no sabes dónde» te pueden «atacar; y este puede ser un caso de estos», explicó este científico de la Universidad española de Alicante, varias veces favorito a los Premios Nobel.

Ustedes, queridos lectores tienen todos los datos para formarse su propia opinión, la mía la tengo clara y meridiana. Como decíamos en Salamanca, esto es blanco y en botella. Soros que ha intentado todo para echar a Trump, un presidente democráticamente elegido , junto con los Clinton y la malvada Pelosi, desde “comprar” al director del FBI para fabricar pruebas falsas , el “Russian Gate”, desde utilizar un truco tan burdo como acusar a Trump de abuso de poder, está literalmente enloquecido ante el más que seguro triunfo en Noviembre. Sólo le quedaba una carta, provocar un caos económico, y lo ha hecho, tiene 89 años y cuando Trump acabe su segundo mandato tendrá 94, y además Trump y Li Xiao Ping van a ir a por él. Esperemos que, al final, este canalla que entregaba sus compatriotas judíos a las SS en su Hungría natal, muera como lo que merece: en la cárcel.  

Carta a un Cardenal traidor a su Patria y a su Dios