Miguel Sempere.
En los de Santiago Abascal ha renacido la esperanza de conseguir un diputado por Álava. Piensan que la crisis del PP, con la defenestración de Alfonso Alonso, les beneficia, por la forma en que se ha desarrollado, que da imagen de improvisación y falta de liderazgo. El PP no ha conseguido transmitir por qué con Alberto Núñez Feijóo, que tiene políticas nacionalistas, se le ha permitido no pactar con Ciudadanos, mientras Alfonso Alonso se le ha cortado la cabeza, de manera torticera.
La recuperación de Carlos Iturgaiz no levanta entusiasmos. Es un burócrata del partido colocado en el Parlamento de Estrasburgo y repescado a última hora. La posibilidad de un discurso duro sirva para frenar a Vox es descartada, porque Iturgaiz sí ha utilizado el término de gobierno «fasciocomunista» y ha hecho mención a su disposición a trabajar con Vox, pero esas declaraciones han sido atemperadas en cuanto le han tirado de las orejas. «Es un aparatich del partido, sin ninguna autonomía».