Miguel Sempere.
Es el primer reto de un agonizante Ciudadanos con Inés Arrimadas investida de líder. Las elecciones tocan en septiembre, pero podrían celebrarse en abril, si nos atenemos a la filtración de un alto cargo de la Xunta. Lo cierto es que Ciudadanos Galicia no está preparado. En concreto, es una escombrera, de donde salen huyendo los mejores. La última en dimitir ha sido la secretaría de acción territorial, María José Hidalgo. De esta forma, ya son cuatro las secretarías vacantes: la mencionada de Acción Territorial, Portavocía, Programas y Comunicación.
A ello, hay que sumar la situación de rebeldía de la única concejal del Ayuntamiento de La Coruña, Mónica Martínez, quien ha votado los Presupuestos presentados por el PSdeG, que gobierna con En Marea.
También hay que contabilizar la dimisión del coordinador provincial de Lugo, Jacobo Vázquez, y la responsable del Programa, Angeles Fernández Ramil, y la de la portavoz autonómica, Olga Louzo. Igualmente Orense se encuentra sin orden ni concierto, tras la dimisión de su Junta Directiva.
Con este panorama tan desolador, Ciudadanos no puede aspirar a mucho, a casi nada, con el PP dispuesto a fagocitarlo y con Vox entrando con fuerza en el Parlamento gallego. Lo mejor que podría hacer es no presentarse para no hacer el ridículo.