Javier de la Calle.
Ignacio Escolar, editor de El Diario, considera que las críticas de la derecha al preacuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son las “pasa siempre cuando llega a La Moncloa un presidente progresista” de ahí que haya sido recibido “con abierta hostilidad, gruesas descalificaciones y un discurso apocalíptico. Nos espera la legislatura más crispada de la reciente historia democrática española”. Recuerda “la misma derecha reaccionaria que en su momento acusó de todo tipo de barbaridades a Zapatero, a Rubalcaba, a Anguita, a Guerra, a Carrillo… Ahora los ponen como ejemplo frente a los líderes actuales. Hoy son modelos a seguir, una buena izquierda sensata y responsable; antes eran el demonio con cuernos, proetarras, radicales, sectarios, guerracivilistas… Porque es una norma no escrita, pero inexorable: para la derecha, el único buen líder izquierdista es el que ya es historia”.
“Gritan, porque carecen de argumentos”. De hecho, “van a intentar tumbar a este Gobierno con todos los recursos a su alcance. ¿Recuerdan la conspiración del 11M y cuando Zapatero había llegado a La Moncloa por medio de un atentado terrorista organizado en un complot entre el PSOE, ETA y los servicios secretos marroquíes? Pues en esta legislatura es posible que superemos ese siniestro disparate”.
Luego viene la consabida referencia a Vox: “en el Congreso habrá 52 parlamentarios de extrema derecha que desprecian esa cámara y lo que representa: la soberanía popular, la democracia”. Tiene derecho a estar porque les han votado, “pero exactamente el mismo derecho asiste a quienes la extrema derecha descalifica como «los enemigos de España». Una «antiespaña» que suma una mayoría absoluta, porque entre «sociatas», «podemitas», «indepes», «nacionalistas»… son más de la mitad de los españoles”.
“Si Pedro Sánchez consigue el apoyo del Congreso –cosa más que probable, por eso la respuesta contra el acuerdo ha sido tan furibunda– será porque la soberanía popular así lo respalda. Y si PSOE y Unidas Podemos han pactado tan rápido es porque, sencillamente, no había otra opción parlamentaria”.
“La derecha que ahora plantea «una gran coalición» sabe perfectamente que el PP nunca la habría aceptado. Tampoco la quería el PSOE y por parecidos motivos: porque no hay otra vía más rápida para el suicidio político de ambos partidos y sus respectivos líderes. Quienes critican el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos no lo hacen porque tengan una alternativa mejor. Simplemente no la había. Del Parlamento que han votado los españoles hoy no salía otro Gobierno viable, ni tampoco otro presidente que no fuese Pedro Sánchez”.
“Quienes se oponen a este Gobierno, y han empezado su demolición antes siquiera de que nazca, solo tenían una esperanza: otra legislatura inane, otra investidura fallida. Forzar otra repetición electoral, a ver si a la tercera ganaba la derecha. Su pronóstico se ha frustrado del todo. Confiaban en que la guerra entre PSOE y Podemos continuase. Y contra su deseo, a la segunda no ha pasado. Por eso están tan enfadados, tan crispados. Porque el entendimiento de las izquierdas supone la derrota de la derecha”.