Fernando Alonso Barahona. Critico de cine.
“Trabajar con Garci es maravilloso para un actor, porque es un enamorado del cine y, en consecuencia, de los actores. No hay presión. No da, por ejemplo, acción, como es habitual. Te dice: Estamos rodando, cuando estés preparado, tómate la acción. Es una delicia, un regalo, un director de otro tiempo, que se mantiene junto a la cámara, pegado al actor, mientras rueda, y no mirando al monitor, como se hace ahora. Y eso que el rodaje ha sido duro, con buena parte de las jornadas de noche, pero que resultaban más cortas de lo previsto, porque él sabe muy bien lo que quiere y no filma ni un plano de más”.
Carlos SANTOS ( German Areta en El crack cero )
José Luis García Muñoz (Garci) nació en Madrid el 20 de enero de 1944. Su padre era pintor y Garci lo recuerda con admiración:
Esta es la forma de enfrentarme a la película que yo querría que se notase en mi puesta en escena. Es como si te dieras un baño de agua caliente y que las sales fueran los colores que elijo, el paisaje, el tiempo narrativo, la música…, y que todo ello te vaya produciendo un bienestar; el cine de Bresson, de Dreyer, un cine muy pictórico. No olvides que mi padre era pintor, y desde pequeño estuve entre pinceles. Como un pintor que se aparta del cuadro para verlo mejor, yo quiero poner la cámara en un sitio respetuoso que no agobie a la gente. Corro el riesgo de hacer una película estática. Pero es un riesgo que merece la pena correr.
Este estilo pausado, que se quiere invisible como el de los grandes clásicos del cine: Ford, Hawks, McCarey, Lang, Wilder, recorre la obra de Garci. Si sus primeros éxitos: Asignatura pendiente, 1977, Las verdes praderas, 1978, Volver a empezar 1983, Sesion Continua, 1984 reflejan el mundo contemporáneo visto por Garci y atravesado de cinefilia y magníficos actores: Bodalo, Landa, Ferrandis, Encarna Paso, Marsillach, Puente, Carlos Larrañaga, Fioreya Faltoyano, José Sacristán …. La segunda etapa del director se vuelca en el pasado, la recreación pictórica y profundamente humana de estampas del pasado: El abuelo, You re the one, Tiovivo c1950, Historia de un beso, Canción de cuna. Siempre con espléndidas interpretaciones ( nada que ver con algunos actores actuales incapaces de vocalizar ) y con esa visión pictórica que junto con los cuidados y literarios diálogos conforman el estilo de Garci. Y como novedad al glorioso blanco y negro que resalta la belleza de You are the one, una de sus obras maestras con una maravillosa Lydia Bosch.
En medio de estas dos etapas destacan – y se convirtieron en grandes éxitos comerciales – las dos películas de El crack. Cine negro entre los clásicos del noir americanos y el polar francés, pero fuertemente arraigados en un escenario español. Cine negro personal y propio como lo habían sido películas tan extraordinarias como A tiro limpio, de P. Dolz o El salario del crimen, de Julio Buchs .
En El crack ( uno y dos ) destaca la soberbia creación que Alfredo Landa hizo del detective Germán Areta. Junto a él su ayudante, Miguel Rellán y en cada una de las películas apariciones de actores de la talla de José Bodalo o Arturo Fernández, historia viva del cine español. Garci llevaba años planeando una tercera parte de El crack, el fallecimiento de Landa ( 1933- 2013 ) cerró la puerta a la primera idea. Garci parecía retirado del cine y refugiado en la radio y la escritura. Cabe reconocer además que su ultima película hasta la fecha, Holmes and Watson. Madrid Days, de bellísima factura clásica quedaba lejos de su nivel lastrada por un guión plano en el que llegaba a desvanecerse la historia.
Y, sin embargo, Garci regresa al cine de su vida para contar la historia de German Areta anterior a El crack . En maravilloso blanco y negro y de nuevo partiendo de Raymond Chandler ( y Hawks, Wilder, Lang, Walsh, Tourneur , Chabrol o Joseph H. Lewis ) para adaptarlo a Madrid y al estilo del autor. Una combinación de singular atractivo.
https://www.youtube.com/watch?v=QwQ1WliWahg
Carlos Santos, Miguel Ángel Muñoz, Luisa Gavasa, Patricia Vico, Macarena Gómez, Pedro Casablanc, Ramón Langa, protagonizan la película en la que se rinde la nostalgia con apariciones como la de Cayetana Guillen Cuervo o Luis Varela.
L a acción comienza en 1975. Franco acaba de morir, estamos en Navidad y Areta se ha retirado de la Policía para iniciar su nueva profesión de detective privado, ha colgado la chaqueta de policía y se estrena como detective privado. El inicio no puede competir con la presentación antológica del primer Crack con Landa asi que opta por el homenaje más sincero al noir clásico. Una bella mujer (María Cantuel), como en El sueño eterno ( Chandler / Hawks / Bogart ) o Adios muñeca (Robert Mitchum ) visita a Areta y le propone un caso extraño. Un suicidio que tal vez no sea tal. Un sastre llamado Narciso Benavides ha muerto. En apariencia se ha suicidado pero su amante no cree la versión oficial y piensa que ha sido un asesinato.
A partir de aquí asistiremos a un film noir en estado puro aunque tamizado por el mundo personal de Garci: diálogos literarios, frases brillantes, tugurios llenos de humo, cuadriláteros de boxeo, homenajes a obras maestras como Mientras la ciudad duerme ( Fritz Lang ) o Perdición ( Billy Wilder ) y desde luego unas grandes interpretaciones de Carlos Santos ( que aunque no puede hacer olvidar a Landa queda digno de el ) y Miguel Angel Fernández que hace lo propio con el personaje inolvidable de Miguel Rellán.
El crack cero es un homenaje a una época pretérita llena de amor al cine. Los planos de Madrid en blanco y negro, la recreación de la Gran Vía, los burdeles de lujo de El Viso, los gimnasios de medianoche o la banda sonora de Jesús Gluck, uno de los habituales de Garci y que se ocupó de la música de los dos primeros Crack. Nostalgia, serenidad en la puesta en escena, el noir de Garci no tiene la acción de un Walsh, por ejemplo, el nervio de un Lang pero cautiva por la belleza de su puesta en escena y la sinceridad que transmite en cada fotograma.
Una película personal, diferente en el panorama del cine contemporáneo y que tal vez muestre a públicos nuevos una forma de hacer cine que llevó al Septimo Arte a su etapa más gloriosa. Hoy el arte está sometido al marketing y al ordenador, y no filman ni Ford ni Renoir, ni Wilder ni Hawks ; tampoco Lang, Dreyer, Walsh, Vidor, Rossellini, Fellini , Truffaut , Mann, Leo McCarey, Cecil B de Mille o el gigantesco Alfred Hitchcock.
No hay que tener miedo a mirar hacia atrás, el pasado es cálido, esta frase de la película resume admirablemente sus intenciones.
Merece la pena adentrarse en el mundo de Garci que al fin y al cabo centra este tercer Crack y lo hace con clase, estilo y talento .