Miguel Sempere
En la legión de los lacayos peperos, Carlos Cuesta desborda vitalidad y pasión pepera. Cuesta ha conseguido que su programa en 13 TV sea la sala de estar de Génova, con portavoces y ministros pasando por el plató como Pedro por su casa y Carlos Cuesta haciéndoles preguntas fáciles, para lucirse, y poniendo luego él más entusiasmo en la crítica a Pedro Sánchez, que tiene que abstenerse, sí o sí, para luego ser defenestrado.
Si, como decía Goebbels, una mentira se convierte en una verdad, tanto las verdades como las mentiras, Carlos Cuesta, que tiene el verbo fácil de un charlatán de feria, es capaz de repetir unas u otras muchas más de mil veces en cada programa.
Todo lo que Antonio Jiménez es plano, tosco y chusco, Cuesta bien podría llamarse Juan Salvador Gaviota o Carlos Gaviota, porque la pasión de este riojano, nacido en 1971, por los intereses del Partido Popular es mucho mayor que la de Mariano Rajoy y todos los miembros del Comité Ejecutivo juntos.
Carlos Cuesta empezó en Expansión y luego pasó a El Mundo, donde fue redactor jefe. A pesar de su evidente entusiasmo, ha tenido muchos programas que nunca han durado mucho. En 13 TV, De Hoy a Mañana y La marimorena. A diario, se hace pesado, tirando a insoportable: Es de una militancia fervorosa y verborrágica. Nunca dice lo más mínimo de la corrupción del PP, ni investiga nada. Es de un sectarismo tan apabullante que resulta ridículo.