Enrique de Diego.
No es que estés acabado, Federico, que lo estás, es todavía mucho peor: ¡estás fuera de juego! Deambulas por el cuadrilátero como un viejo boxeador sonado, has llevado tantas veces los cántaros a la fuente que tienes toda la alfarería hecha pedazos. No hay ya quien te entienda. Tienes a la tía Irene, que te sigue cada vez con más desconcierto, como un cencerro. Se le mueve la cabeza y suena. Como ha dicho Narciso Michavila que le sucede a la derecha, por las mañanas se levanta pensando votar a Ciudadanos, pero le dura poco, luego te escucha y se pone encendida dispuesta a votar a Vox y se pone a gritar “¡Viva España!” y a cantar “Soy el novio de la muerte” hasta quedarse afónica y cuando se va a acostar le entra la mala conciencia de traicionar al PP y no votar al mañaco de Pablo Casado, que no es capaz de renovar nada, porque tendría que empezar por renovarse a sí mismo. Va a haber que encerrarla en un frenopático como consecuencia de haberte escuchado tanto a ti, que eres un personaje sin atributos y sin criterio, siempre danzando a ver qué pilla como el liberal egipcio que eres, siempre anteponiendo tus intereses personales a los superiores de la Patria.
No has hecho más que mal a España. Ya eres la pura ceremonia de la confusión. Estas tres derechas, este destrozo vivo, esta alucinación irracional contra las sencillas reglas de la Ley D’Hondt, podrían reclamarte como su padre putativo o como su padrastro, pero no lo van a hacer porque estás fuera de juego, porque te has convertido, en esta agonía terminal de Libertad Digital, en un personaje indeseable, al que sólo hace caso la tía Irene, y así le va a la pobre.
Imagínate, por un momento, ahora que estamos en el tramo final de esta tediosa y al tiempo decisiva campaña, que gana el PSOE de Pedro Sánchez y gobierna con Podemos o con Podemos y los separatistas. ¿Qué te espera, histrión? Y surgirían muchas preguntas de por qué, a santo de qué, te has dedicado a dividir a la derecha. Imagínate que gana el PSOE de Pedro Sánchez y gobierna con Ciudadanos, con el imitador de Macron de ministro de Asuntos Exteriores. En Ciudadanos no se fían de ti, con tanto vaivén y tanta consigna contradictoria, siempre queriendo dirigir la vida de los demás cuando no eres capaz de dirigir tu propia empresa, que es un desastre sin paliativos, la ridiculización y la reducción al absurdo del liberalismo. Para ese escenario está mucho mejor situado Pedro J Ramírez, que se ha buscado una socialista feminista y él bebe los vientos por Rivera alentando sus estupideces progres. Tú ahí no pintas nada, estás de sobra.
Pero es que el PP está hasta la coronilla de ti. Te has arrastrado, sin la más mínima dignidad, ante Elías Bendodo Benasayag, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, te has puesto en modo caza nazis tipo Tadeo Jones hasta cobrarte la cabeza de Fernando Paz, por aquello de que Bendodo es de una familia sefardí, y no te han hecho ni caso. En el PP te culpan de sus numerosos males, en sus cenáculos eres el chivillo expiatorio, la cabecita de turco. No te van a dar nada, ni las gracias, ni los mocos. Así que imagínate un Gobierno a la andaluza, con PP, que no te puede ver, Ciudadanos, que no se fía, y Vox, donde el clan Ariza y el Yunque te tienen puesta la proa, a ti, agnóstico y católico cultural.
Mira, Federico, Pedro J es más avispado que tú y Julio Ariza es más listo y más constante, nada en un charco y, además, se cree el hijo mayor de Dios, mientras tú eres eso de un católico cultural, calderilla y verduras de las eras. Sin pretender ofenderte, nada más lejos de mi intención, no le llegas ni a la suela de sus zapatos navarros. Ariza produce empresas y urde tramas a la velocidad con que El Pozo hace chorizos. Va el último por la lista de Barcelona como Monserrat Caballé fue la última en la de Convergencia, todo un gesto de arrogancia; se desplaza a Pamplona a mitinear con Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, porque él está en la trastienda, con sus hijos contratando con Vox el marketing digital que Vox no hace, porque se lo acometen sus hooligans. Julio Ariza es capaz de tomarle el pelo a todo el mundo y montar, con total descaro, un presunto alzamiento de bienes montando para ello un partido y una guerra civil, si hace falta. Ahí, Federico, en Vox, por el que tanto has bramado, no tienes nada que hacer, ni pinchas ni cortas. Estás vetado. Lee mis tres tomas sobre «Vox como trama» y verás que no tienes sitio, que en ese club no te van a admitir nunca. Eres un accidente en el camino, un compañero de viaje, un tonto útil. Ahí no hay pasta y tú necesitas pasta, mucha pasta, con urgencia, con mucha urgencia, porque no te comes el turrón.
Federico, estás fuera de juego. Sea cual sea el resultado, tú ya has perdido, tú eres el perdedor.
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http://ramblalibre.com/2019/04/23/vox-como-trama-y-3-el-clan-ariza-en-sintonia-con-el-yunque/