Enrique de Diego.
Últimamente, Santiago Abascal no da una. O le ha mirado un tuerto o el endiosamiento malo de una vanidad superlativa y herida le está jugando una mala pasada. Su propuesta de la Asociación del Rifle, como si le estuviera financiando Steve Bannon, más que asesorarle, ha producido resquemores muy intensos en las Fuerzas de Seguridad del Estado, que bebían los vientos por Vox, y que se ven entrando en las casas disparando a la mínima.
Eso de las armas tiene una defensa, pero lo de aparecer de la mano del pedófilo compulsivo y el vetusto pornógrafo, Fernando Sánchez Dragó es una metedura de pata colosal, que indica que Santiago Abascal va acompañado de muy malas compañías. Me dicen que el libro “La España vertebrada” es “infumable”, lo que me evita la lección de leerlo. Lo único sugerente es el título en lo que tiene de anti Ortega y Gasset, que no eran dos. Lo digo por Abascal, al que su entrevistador oficial se está dedicando a ponerlo literalmente a parir, diciendo que no ha leído nada, que es un tarugo, pero que bueno, al fin y al cabo, es un político y le basta con la acción. El resumen de tres días de entrevista –el libro ni tan siquiera lo ha escrito Dragó, que es un caradura oficial- es que Abascal “es un chico de Amurrio que quería ser guardabosques”.
Dragó, además de haberse ufanado de ser un delincuente sexual, recientemente mandó a su medio yerno, Jiménez Losantos una puntualización en medio de su tedioso programa de radio, para indicar que vivía con Naoko, la madre de su hijo, pero que su novia es Laura Celeiro, mientras que Emma es su amante. Tanto Laura como Emma, la novia y la amante, aunque amantes son las dos, a las 82 años no se tienen novias, han participado en la última producción intelectual de este gañán, que es un corto pornográfico sobre el sadomasoquismo titulado “La doma”, en el que Dragó hace las veces de Baco. El corto del vetusto pornógrafo fue presentado al festival Bonobos de cortometrajes grabados con móviles o tablet. Se grabó en el pueblo soriano de Castilfrío de la Sierra. Dragó puntualizaba a su medio yerno Losantos que él es un “libertino” pero al estilo de “Voltaire, no de Rousseau”, quizás porque el suizo entregó sus cinco hijos, tenidos con Thérese, al orfanato (el 90% morían), mientras que Dragó, por ejemplo, consiguió que un hijo suyo fuera colocado en la Comunidad de Madrid por Esperanza Aguirre y ha conseguido que su hija Ayanta, con la que no se habló durante años, fuera mantenida por los accionistas de Es.Radio a 60.000 euros anuales, sin audiencia, ni publicidad. ¡Un milagro liberal! La buena relación entre Sánchez Dragó y Losantos pasa por Ayanta. De ahí, que el turolense diga de su medio suegro que “Fernando es bueno”, aunque se le puede definir de muchas maneras, menos de esa.
No sé, la verdad, si para empezar la “reconquista”, a Abascal le resulta conveniente ir de la mano de quien ha destacado por mancillar el sepulcro del apóstol Santiago, diciendo que allí está enterrado Prisciliano. O Abascal ha perdido el Oremus o sus asesores son tan pelotas –tienen trienios de experiencia, vienen de la servidumbre más lacaya de Julio Ariza- que le ríen todas las gracias y le animan y le empujan en sus patinazos, porque están ansiosos de pillar Presupuesto y un sueldo fijo, que hasta el momento han trabajado de gratis para los Ariza.
En eso del pilla-pilla presupuestario, Fernando Sánchez Dragó es un crack, mucho mejor que como vetusto pornógrafo. Ha faltado en este esperpento de “La España vertebrada”, Esperanza Aguirre, madre nutricia de Losantos y de Dragó, para que fuera un menage á trois y lo grabara el vetusto pornógrafo para el próximo testival de Los Bonobos. Porque Esperanza Aguirre -con perdón de Ayanta– es la vía más directa que une a Dragó y Abascal. Pero, ¿hombre, Santiago, no venías tú a recuperar los principios morales de nuestros padres y nuestros abuelos, los valores tradicionales? ¿En qué sentido los representa el libertino pedófilo a lo Voltaire? No falta un Kiko Méndez Monasterio, que no ha pasado de los cuentos, aquí se echa mucho en falta a Don Ramón María del Valle-Inclán para describir tamaños esperpentos.
Dragó es, sin lugar a dudas, uno de los mayores caraduras de España y un mantenido del PP, como lo ha sido Santiago Abascal, al que tilda de tarugo, pero que en el pilla-pilla presupuestario es un aprendiz al lado del maestro Ciruela, digo Dragó. De 1997 a 2004 tuvo en La 2 el programa “Negro sobre blanco”, que pasó a llamarse “Las noches blancas”, en la Telemadrid de la sita Esperanza Aguirre, generosa liberal donde las haya con el dinero ajeno, matrona nutricia con las ubres del contribuyente. “Las noches blancas” supuso un coste de 2,26 millones de euros. Lo cual es más meritorio teniendo en cuenta que no lo veían ni Ayanta ni Losantos. En cuanto al alcoholizado Hermann Tertsch percibió alrededor de 1.005.000 euros de Telemadrid, que da para un pasar y para ponerle sms a Abascal. Con el dinero de otros hacen fiesta los devotos.
Abascal, al fin y al cabo, antes de que viera la luz de que los chiringuitos son chupasangres del contribuyente, fue nombrado por Esperanza Aguirre, director de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid en febrero de 2010, ejerciendo el cargo hasta diciembre de 2012. En abril de 2013 fue nombrado director de la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social, fundación con un único trabajador además del propio Santiago Abascal y sin actividad conocida durante su mandato, que en 2013 recibió de la Comunidad de Madrid una subvención de 183.600 euros de los cuales destinó 82.491 al sueldo de Santiago Abascal.
La buena noticia para Abascal es que si se arriman estos depredadores profesionales es que ven Presupuesto a lontananza. La cuestión es cómo y cuánto va a repartir Abascal, ese chico de Amurrio que quería ser guardabosques, entre tanto trepa, tanto chorizo, tanto estafador, tanto Garrudo, tanto Ariza, tanto Losantos, tanto empresario quebrado, tanto nepote y nepota, tanto especialista en levantamiento de bienes, como se va rodeando y se va reuniendo al olor de las sardinas, enarbolando la sagrada bandera de España. Si esto es La España vertebrada, ¿cómo será la invertebrada? Vox cada vez parece más el PP de Esperanza Aguirre.