Enrique de Diego.
No me fío de ti, Santiago, ni creo que me vaya a fiar nunca. Tu vida es una completa incoherencia, empezando porque patriota y partidario de recuperar el servicio militar tú te escaqueaste. Recogiendo la propuesta que otros lanzamos de erradicar las autonomías, tú has sido diputado autonómico sin decir ni mú, y luego fuiste mantenido por la sita Esperanza Aguirre como una coartada. Y porque has militado en la derechita cobarde del PP.
Vas, además, de la mano de un presunto estafador a gran escala como Julio Ariza, que ha destrozado vidas y familias, que es un pozo de hipocresía y que no reaccionó a ninguna traición ideológica del PP sino a que no se le cumplieran sus expectativas económicas de presunta corrupción. Os vi en el mano a mano lacayuno y sentí arcadas. Empezamos con la ambivalencia, porque en ti hay muchas ambivalencias, Santiago: digamos que ante la conjura de silencio te ha venido bien el altavoz de una Intereconomía en concurso de acreedores, que tiene un digital que es tu órgano oficial pero que esconde una estafa monumental a Alfonso Arteseros y su familia. Hay muchos indicios de Ariza y sus hijos están perpetrando un presunto alzamiento de bienes que podría estar contando con tu complicidad de político profesional y del conjunto de tu partido, cuestión que me parece de la mayor gravedad y de una supina incoherencia. Mira con quien haces tus libros, por ejemplo.
Vamos a las ambivalencias respecto a Andalucía y a esa gran disyuntiva entre alternancia y alternativa. Hay dos interpretaciones posibles en tu última trayectoria:
Interpretación 1: Tú y Vox habéis atravesado una dura travesía del desierto, habéis resucitado dando la cara en Cataluña contra los golpistas, tanto en la calle como en los tribunales, defendiendo la unidad de España y la dignidad nacional. A la vista del cambalache, del consenso general con la corrección política, de la agresión a nuestras tradiciones, habéis roto el sistema obteniendo 12 escaños en Andalucía y 400.000 votos. Habéis abierto en canal debates como el que afecta a la ideología de género y a la Ley Integral contra la Violencia de Género y habéis sido decisivos para propiciar el cambio histórico que ha desalojado al PSOE de la Junta de Andalucía.
Interpretación 2: Aunque sois partidarios de eliminar las autonomías habéis presentado listas a una autonomía y habéis dado el poder al PP y a Ciudadanos respaldando un programa de gobierno que, salvo en el Impuesto de Sucesiones, va directamente contra lo que han votado esos 400.000 patriotas, que consolida la ideología de género y promete más dinero y que no va a hacer nada en inmigración. Habéis salvado el liderazgo de Pablo Casado y al PP a cambio de nada, porque lo firmado con el PP no obliga a Ciudadanos, no obliga a la coalición gobernante. Eso sí habéis dicho que no renunciáis a nada de vuestro programa, ni a una coma.
Recogiendo el guante que te lancé, en el mitin de Zaragoza, has hablado, te has situado como “alternativa”, pero en Andalucía hasta ahora has funcionado mediante el esquema de alternancia, como una coartada del sistema dentro de la estrategia aznarista de las tres derechas. Lo que España precisa es una alternativa, que no es ser antisistema, sino alternativa a un sistema que nos lleva a la ruina y a la destrucción, como personas, familias, sociedad y nación. Y ese es el movimiento social que se ha puesto en marcha y que trasciende a Vox, que Vox no puede administrar sino al que tiene que servir. En ese sentido, Santiago, eres un mero instrumento.
Con el esquema de alternativa, en Andalucía no debías haber pactado sino haber forzado o las contradicciones del sistema, con Ciudadanos y el PP echados en brazos de Susana Díaz o nuevas elecciones. Hay mucha gente que considera que era fundamental desalojar al PSOE y que da un margen amplio para iniciar la senda de la alternativa, pero que no va perdonar que no se haga nada en Andalucía, ni en ideología de género ni en inmigración. Me sorprende que Ignacio Arsuaga haya percibido que has apostado por la alternancia en vez de por la alternativa, pero haya rectificado de inmediato para plegarse en otro ejercicio de impostura e incoherencia.
Javier Ortega ha dicho, por ejemplo, mostrando las trampas de la ambivalencia del momento, que planteó que las subvenciones a los partidos se redujeran en un 75% -lo exigible es que desaparezcan- pero que no aceptaron y dado que no tenéis mayoría absoluta…pues todos, incluido Vox, vais a cobrar las subvenciones. Os va a venir muy bien, pero ya no vais a poder decir que vivís de las cuotas de los afiliados y de los donativos, donde has mantenido un oscurantismo sospechoso. En la línea de la ambivalencia, ese dinero os puede servir para afrontar y conseguir metas más altas, pero también tiene la consecuencia de que Vox entra en el sistema. Es la lógica de las instituciones humanas: Vox ha entrado en las autonomías y lo hará mucho más, cuando un número significativo de dirigentes y cargos de Vox cobren de las autonomías y el partido se esté financiando de las subvenciones públicas, ¿dónde quedará la propuesta de erradicar las autonomías, que con tanta desfachatez Alejo Vidal-Quadras me dijo en los pasillos de Intereconomía que Vox me iba a copiar, porque todo el programa de Vox no es más que el mío en la Plataforma de las Clases Medias? La doctrina, como la escuela de análisis de la public choice y la práctica, indica sin lugar a dudas que en agua de borrajas. Y erradicar las autonomías no es una cuestión opinable, es la condición sine qua non para que España sobreviva como sociedad o como nación.
Así que la apuesta por la alternancia en Andalucía a mí, que estoy dispuesto a mantenerme solo en la exigencia de coherencia, es una pérdida de tiempo, en un tiempo en que España está jugando la prórroga, y somete a Vox a situaciones de incoherencia que pueden anclarla en la alternancia y convertir a ese partido en una muleta del PP, en una coartada del sistema.
Tengo que escribirte pronto para que pidas, Santiago Abascal, perdón a todas las víctimas del 11-M, a su memoria, dignidad y justicia de Francisco Javier Torronteras, a la que has mancillado como un canalla y un tarugo. Es cuestión de la máxima importancia, porque sobre la masacre de Atocha no has dicho más que estulticias y chorradas hasta poder dudar en ti de un mínimo de inteligencia. También me sorprende que si bien planteas, y está muy bien, derogar la Ley de Memoria Histórica, no hayas tenido la decencia -eso del partido de los valientes- de defender el Valle de los Caídos y a la figura histórica señera de Francisco Franco.