Editorial.
Canal Sur debe cerrarse. Es el compromiso adquirido por Vox para dar su soporte a un hipotético Gobierno entre PP y Ciudadanos. Para cerrar Canal Sur se precisa reformar el Estatuto de Autonomía, lo que implica contar con los 2/3 de los votos del Parlamento andaluz, la aprobación de las Cortes Generales mediante Ley orgánica y el respaldo mayoritario de los andaluces mediante referéndum. Es decir, el cierre de Canal Sur, en principio, está fuera de las opciones de Vox. Lo más sencillo de todo sería, sin duda, la aprobación en referéndum.
No es un caso cerrado, aunque hayan salido en tromba entidades lacayas dedicadas a perseguir el periodismo y a primar la adhesión a la casta y la corrección política. Así lo han hecho la Asociación de la Prensa de Sevilla, el Consejo de Informativos de RTVE, una especie de soviet, para quien se trata de «un servicio público esencial en una democracia», o incluso, desde el PP, José Pablo López, por TeleMadrid, para quien «las radios y televisiones públicas, con sus aciertos y errores, son un derecho de la ciudadanía». Todo esto son mentiras cochinas para justificar sueldos, déficits y despilfarros. No hay que perder mucho tiempo en defender lo obvio: Canal Sur, como todas las televisiones autonómicas, no son más que muy caros aparatos de propaganda de los cacicatos regionales y todas ellas deben cerrarse. No prestan ningún servicio a la ciudadanía, ni chorradas.
Canal Sur debe cerrarse. En ningún articulado del Estatuto de Autonomía de Andalucía dice que Canal Sur deba ser deficitaria y recaer sobre las espaldas de los sufridos contribuyentes a los que, por ejemplo, se esquilman sus herencias. No es de recibo que a los andaluces les costara Canal Sur 12 millones de euros al mes. Ni que el Presupuesto para el año en curso se situara en 162.754.420 euros, 1,25 millones de euros más que el año anterior. Basta y sobra con establecer que el contribuyente no pagará un solo euro de ese despilfarro, que Canal Sur no puede ser deficitaria. Se puede mantener una televisión autonómica que gane dure, que ajuste sus gastos a sus ingresos.