Virginia Montes.
La situación puede salirse de control en cualquier momento. La caravana que partió de Honduras está acampada en Tijuana, donde está generando problemas. A Trump no le tiembla el pulso y ha autorizado a la fuerza desplegada, 5.900 soldados, a usar su armamento sin contemplaciones. O dicho de otra forma: «disparar a matar». Lo avanzado por el secretario de Defensa Jim Mattis ha sido confirmado por Trump quien afirma que la caravana está formada por «personas rudas» que pueden provocar desórdenes. “Espero que no tengan que hacerlo, pero no tengo otra opción” porque se trata de “personas rudas”, señaló este jueves el presidente estadounidense a los periodistas.
Trump afirma, en un memorando, que tiene “pruebas creíbles de la inteligencia” estadounidense que indican que miles de esos inmigrantes ilegales son peligrosos. También se ha autorizado a los militares a proceder a detenciones, aunque no se contempla que ellos controles campos de detención.