Miguel Sempere.
Alfredo Perdiguero, subinspector de Policía y secretario general de SIPEPOL, ha dado un auténtico jaque a la trama policial de Ignacio Cosidó denunciando ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional a la Dirección General de la Policía por el golpe de mano dado contra ese sindicato, con la aquiescencia de la cúpula policial, que pretendió acabar con él disolviéndolo en la Unión Federal de Policía, perpetrándose, además, la incautación o presunto hurto de 100.000 euros provenientes de las cuotas de los afiliados.

Todo indica que se trató de una venganza de Ignacio Cosidó, entonces director general de la Policía, ejecutada por Gonzalo Chicharro Arderius, hoy liberado de la UFP. Cosidó había sido reiteradamente denunciado por Alfredo Perdiguero. La etapa Cosidó es una etapa negra en la Dirección General de la Policía, en la que las cloacas, como es continua actualidad en los medios, dominaron la escena. Cosidó está considerado el peor director general de la Policía de la democracia, incluso por encima de Juan Cotino.
La denuncia, a la que ha tenido acceso Rambla Libre, considera que se produjo un delito contra los trabajadores, contra la libertad sindical, tipificado en el artículo 315 del Código Penal.