Enrique de Diego.
Podemos es la mayor escoria y la mayor mentira surgida en España. No es más que el viejísimo y genocida partido comunista camuflado con la hipocresía de una pandilla de degenerados profesores de la Facultad de Políticas pagados por Maduro, entre los que, a la postre, el más infame eres tú, Iñigo Errejón, chorizo de beca de primera, manipulador de tercera, mamavergas del tirano, gentuza infame con aquel rollo que te traías de la transversalidad, engañifa aprendida en alguna oscura cochambre totalitaria.

Te has ido a Chile, a la publicación The Clinic, a decir groseras mentiras sobre el infierno venezolano con tu cara de soplagaitas. Has llegado a decir en tu impostura que “en Venezuela se come tres veces al día”, a pesar de que los venezolanos han perdido 10 kilos de media en los años de tu ídolo Nicolás Maduro, el que sí que come a dos carrillos en Estambul. Incluso dices que se respetan “los derechos y libertades de la oposición”. Voy a callarme lo que pienso de ti porque no hay insultos suficientes en el diccionario para describirte. Remachas con que “se han hecho drásticos avances en conseguir que la gente en el acceso a la salud pública y en que tengan acceso a la educación”. Según tú, Errejón, mentiroso compulsivo, hay “centros de salud gratuitos donde les hacen radiografías gratuitas”. Y la pavorosa carestía de medicamentos se debe a la “desviación de medicamentos subvencionados de Venezuela que se venden más caros en Colombia”. ¡Serás capullo! Eso cuando “expertos de la ONU denuncian muertes de niños en Venezuela por deterioro de la sanidad”, cuando según la FAO 3,7 millones de venezolanos están pasando hambre, cuando mueren niños hambrientos en el país del petróleo a espuertas.

Con tu cara de niño idiota, eres un psicópata ideológico. Huyendo del infierno que tú adoras y defiendes, por dinero, porque tú sólo te mueves por la pasta, becario chorizo, más de 120.000 venezolanos han pedido asilo político en Perú, más de 870.000 en Colombia y en Brasil son tantos que en agosto en Paracaima hubo disturbios muy fuertes para echarlos. En Venezuela, que es a donde tú nos querrías llevar, pero no lo conseguirás, porque vas a desaparecer muy pronto por el sumidero de la historia, y me pido tirar de la cadena, se rebusca en las basuras, no hay alimentos en los supermercados y el maldito comunismo, que siempre es un fracaso letal, ha destruido una de las economías más sólidas de Hispanoamérica.
Vuestra mentira la vais a pagar muy cara. Decíais aquello de que PSOE y PP, la misma mierda es, y ahora, mansión en Galapagar por medio, chapoteáis en la mierda del PSOE y vuestra propuesta es ser ya el satélite para los restos. Pronto os vendréis abajo, malvados podemitas, porque las elecciones municipales, con el maremágnum de marcas blancas en caída libre, las autonómicas, con todo eso tan caótico de las confluencias, y las europeas van a ser un desastre para vosotros y nos vamos a reír todos cuando empecéis a debatir y a acuchillaros.
Pero el daño que habéis hecho, Errejón, es incalculable, aunque no irremediable. Habéis manipulado y atormentado a una juventud incapaz de rebelarse contra quienes les han quitado el presente y el futuro, contra quienes, como tú, profesor de mierda, les habéis convertido en guiñapos. Les habéis engañado con una revolución de pacotilla que no tenía otro objetivo que colocaros a vosotros a vivir de la sopa boba, destruyendo la vida de los demás.
¡Vete, Errejón, al infierno venezolano que tanto adoras y púdrete!