Javier de la Calle.
Las lamentables condiciones en las que se viene desarrollado un operativo de «vigilancias estáticas» ante la mansión en Galapagar del diputado de Podemos, Pablo Iglesias Turrón, es objeto de una documentada protesta de Jorge Cagigas Montero, representante de la Unión de Guardias Civiles remitida al Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
En la citada queja se indica que prestar un servicio estático de 8 horas sin relevo, de paisano, con una cámara de vigilancia, es «una vulneración de los más elementales derechos en materia de riesgos laborales» e incluso representa un riesgo para la autoprotección de los agentes.
Se indica que es mejor no imaginarse las condiciones en las que se va a practicar esa vigilancia para los agentes en las frías noches de invierno de la sierra madrileña. También se destaca que el servicio está siendo prestado por guardias civiles de Seguridad Ciudadana cuando lo sensato es que lo hicieron especialistas en Protección y Seguridad.
Como cuestión no menor se resalta la «sobrecarga para el puesto de Galapagar con un personal ya de por sí exhausto por la acuciante falta de efectivos, lo que va en detrimento directo de la seguridad del resto de la población«.