Luis Bru.
Julio Ariza ni paga ni indemniza, pero pide dinero. Ha perpetrado algunas estafas morales como la llevada a cabo contra Alfonso Arteseros, con deudas superiores a los 100.000 euros, avalados por la marca de Gaceta, el digital agónico de Intereconomía, desde el que, sin embargo, se siguen pidiendo aportaciones de los lectores.
Gaceta se ha quedado sin redacción: Ariza ha despedido o no ha renovado el contrato a una veintena de periodistas. Los contenidos se renuevan de manera testimonial. Las columnas de opinión se eternizan. Pero Ariza sigue pasando el cepillo: «¿Puedes ayudarnos para que sigamos diciendo lo que nadie se atreve?Solo con tu ayuda podremos seguir defendiendo tus valores. En La Gaceta no recibimos ayudas ni subvenciones. Nuestro trabajo solo es posible, principalmente, con el apoyo de nuestros socios y colaboradores».
La Gaceta era la piedra angular en torno a la que pivota la empresa Hadoq IT S.L., de la que es administrador único Yulen Ariza Rossy, y que según varias y solventes fuentes es una empresa tapadera para gestionar los ingresos publicitarios sin que lleguen a Intereconomía Corporación e Intereconomía TV, puesto que el montante que adeuda en 2.018 a la Hacienda pública Intereconomía TV asciende a 5.417.359 euros, lo que supone un incremento de 217.480 euros con respecto al año anterior. Por su parte, Intereconomía Corporación vuelve a ser la más castigada y su deuda se eleva hasta los 12.599.467,33 euros. Este dato supone una subida de más del 50% del montante comparado con 2017, cuando la empresa debía 8.029.667 euros.
El funcionamiento de Hadoq sugiere a especialistas consultados por Rambla Libre un presunto delito de alzamiento de bienes. Hadoq gestiona publicidad de digitales, de los que La Gaceta era, hasta ahora, el más importante.