Enrique de Diego.
Pedro Sánchez habilitará un ferry diario desde la localidad libia de Trípoli con destino a Valencia. Iván Redondo, el nuevo jefe de gabinete, le ha convencido de que es más racional y resulta más barato que la complicada operación de que los inmigrantes ilegales tengan que salir en patera desde las playas libias, sean luego recogidos por barcos de ONGs y traídos hasta Valencia.
El ferry evitará que nadie muera ahogado en el Mediterráneo y hará más cómodo el viaje. También erradicará las mafias de la emigración que no podrán competir con un transporte gratuito y de máxima calidad, que convertirá la llegada a Europa en algo muy parecido a un crucero. En el propio viaje se darán los cheques de la Renta de Garantía de Inserción de la Generalitat valenciana, que serán repartidos en persona, al menos en el viaje de inauguración, por Mónica Oltra.
Para mayor seguridad, la fragata «Navarra» escoltará al ferry, con personal médico y reservas alimenticias.
En caso de que la demanda de plazas desbordará la oferta, se incrementarían el número de ferrys. También se estudia poner en marcha otro ferry desde Argel y algunos vuelos charter desde Pakistán.
Esto es el adelanto de la inocentada que nos está propinando este Gobierno de incapaces de analizar las consecuencias de sus actos. Y lo peor de todo es que es creíble…porque se ha perdido, por completo, la cordura.