Virginia Montes.
La ministra de Defensa, Margarita Robles ha hecho un irresponsable efecto llamada a la inmigración ilegal africana ofreciendo España como destino del barco Aquarius que ha parado sus motores con 629 inmigrantes ilegales a bordo, tras la negativa de Italia y Malta a permitir que el barco arribe a sus puertos.
La ministra ha acusado a la Unión Europea de ponerse de perfil y ha considerado que ante «un drama humano es imprescindible que la Unión Europea actúe».
Tras haber recibido más de 600.000 inmigrantes ilegales africanos, Italia ha decidido cerrar sus puertos a los barcos de las ONGs que se dedican al tráfico de personas, en connivencia con las mafias. El resultado de las urnas en Italia ha sido claro respecto a poner punto final a la política de sin fronteras. El permisivo Gobierno español parece dispuesto a convertirse en el destino de la inmigración ilegal en nombre de principios humanitarios, sin medir las consecuencias.
El Aquarius, de la ONG francesa Sos Méditerranée con 629 africanos a bordo, se encuentra actualmente parado entre Malta e Italia, sin que ninguno de los dos países autorice al atraque en ninguno de sus puertos, en medio de un cruce de acusaciones. El primer ministro maltés, Joseph Muscat, ha confirmado que no permitirá bajo ningún concepto que el Aquarius recale en la isla, al tiempo que acusa a Italia de eludir su responsabilidad.
España se está convirtiendo en el destino alternativo a Italia para la inmigración ilegal. El pasado mes, más de 3.500 africanos recalaron en las costas de Andalucía. Un proceso que puede desbordar a España y que Margarita Robles se dedica a promover.