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Irene Montero, más cursi que la princesa de Rubén Darío, camino de la portada del Hola

Redacción




Yolanda Cabezuelo Arenas.

Irene Montero se ha transformado en algo parecido a la princesa de Rubén Darío, aquella cursi que estaba triste y dejaba escapar suspiros por su boca de fresa. Antes, su boca dejaba escapar sandeces de portavoza y paridas de todo tipo, incluyendo que solo sentía por Pablo Iglesias atracción sexual -que es en sí mismo un fenómeno incomprensible-, pero oye… que cada uno siente atracción por quien Dios le da a entender, y si Irene ve a Pablo Iglesias como cualquier mujer vería a Gerard Butler, no tiene nadie por qué meterse.

Podemos no es un partido donde abunde el sex-appeal, para qué nos vamos a engañar… Podemos es un partido que clama por la liberación de las ideas antiguas; por la abolición de las instituciones; que condena el matrimonio como los Picardos de Bohemia y aboga por el amor libre como los Adamitas; y por encima de todo que considera el amor como una invención del sistema de patriarcado, y la propiedad privada como el mayor mal de todos los males…

En estas condiciones, y habiendo estado convencida de tanta pamema, el cambio de Irene Montero hacia princesa de Rubén Darío da mucho que pensar sobre la capacidad el ser humano de hacer Digo donde dijo Diego; sobre todo porque se esperaba más de ella un modelo de Princesa tipo Sabina, y Rubén Darío demostró en aquel poema que era cursi hasta decir basta. Como toda princesa necesita un palacio, Iglesias fué a revestirse de todas las atribuciones del patriarcado para proporcionarla -a ella, y a sí mismo de paso- un chalecito en Galapagar que no se lo salta un galgo, y hasta dicen que un pisito en la playa que cuesta 400.000 euros.

Esta manera de entrar de golpe y porrazo en la burguesía acomodada ha sonado en Podemos como sonaría un tiro en la Madrugá de Sevilla: a toque de estampida; porque ésto no hay por dónde cogerlo ni cómo justificarlo. Se impone por lógica prescindir de cúpula tan aparatosa, o abandonar las filas del partido en pro del idealismo bolchevique-Adamita-Picardos de Bohemia.

A estas alturas del cuento hasta puede ser que Iglesias y Montero hayan planteado la consulta a las bases del partido para verse obligados a dimitir: ya tienen aseguradas sus pagas vitalicias, y con ellas el pago de la hipoteca; Podemos ya ha cumplido con ellos su función de trampolín, y siempre pueden financiarse el Audi A8 con la venta de alguna exclusiva cuando nazcan los gemelos.

El proyecto de familia que presentan Irene y Pablo suena a portada de Hola, con posado en el jardín a lo Tita Cervera en Sant Feliú de Guixols. Yo no sé qué tendrá el sistema de patriarcado y el capitalismo, que es asegurarse el sueldecito y entrar en ambos de cabeza. Pablo Iglesias ha pasado de objeto sexual a padre de familia hipotecado, y Montero de femme fatale a abnegada esposa burguesa. Al menos tiene de bueno que mucha gente caerá en lo absurdo que supone seguir apostando por comunistas vendidos e hipócritas de esta calaña.

También puede ser que el cambio del amor libre por la familia, de Vallecas por Galapagar y de trabajar para ganarse la vida a vivir del cuento se deba al amor verdadero en su más pura esencia, y esté yo equivocada; pero eso supondría considerar a Pablo Iglesias capaz de inspirar un amor de características tan elevadas… y eso es mucho suponer.