Enrique de Diego.
Mientras, rompiendo la banca, se nos promete la eternidad, al tiempo se perpetra un genocidio alimentario que se inicia en la misma lactancia y que ha disparado la obesidad mórbida, los infartos, los ictus y el cáncer. El veneno que es distribuido por toda la industria alimentaria es el aceite de palma y lo está, en inmensa hipocresía, por los mismos que recomiendan hábitos de vida saludables y que están sinceramente preocupados por el calentamiento global y la deforestación, que son ellos, precisamente ellos, los amos oscuros del mundo, los capitalistas salvajes, los que los están provocando.
Las selvas de Indonesia, Malasia, Papua Nueva Guinea han sido destruidas mediante el fuego para abrir espacio al venenoso cultivo del aceite de palma. A tal fin, ha sido deforestada una superficie superior a tres veces la de Alemania, que ahora es una interminable alineación de palma africana.
El veneno del aceite de palma, que a pesar de su carácter letal, no ha sido prohibido, sino que es tolerado por las autoridades sanitarias, tiene todas las características y ventajas para un envenenamiento colectivo, que deteriore las defensas de la población occidental, deteriorando su fuerza vital: es barato, es recogido por esclavos, y permite dar mayor textura y durabilidad a los productos, con lo que se ahorra en logística. Todo ello contribuye a incrementar los márgenes de la genocida industria alimentaria.
Hay que recordar que la presencia del aceite de palma en los productos Nestlé no es anecdótica, ya que la compañía de dulces y chocolates utilizó el año pasado más de 420.000 toneladas de este ingrediente. Muchos de sus productos van destinados a los niños.
El veneno del aceite de palma se ofrece a los mismos bebés, en lo que debería ser considerado un crimen contra la Humanidad. “En Hero investigamos para poder desarrollar productos únicos que garantizan la naturalidad y la calidad por encima de todo. La gente de Hero es valiente, tiene ideas, hace las cosas rápido y se preocupa por las personas”. Toda una sarta de mentiras en la web de una empresa que se dirige especialmente a los bebés, para matarlos con aceite de palma, para llenar sus arterias de grasas saturadas.
Hero Nanos Mi Fruta, Naranja Plátano y Galleta, Galletas Nano Alfabeto + 12 meses, Pedialac y Pedialac Plus son algunos de los productos Hero con aceite de palma.
# El 5/1/2017, la prestigiosa revista Nature publicó el trabajo de dos científicos españoles, cuyo resultado concluía que la proteína CD36, presente en el aceite de palma era, con diferencia, el mayor inductor de la metástasis en tumores cancerígenos.
# El 3/5/2016, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó un estudio que demostraba que el Glycidol, presente en el aceite de palma que utiliza la industria alimentaria, es genotóxico y cancerígeno.
# Desde hace decenas de años se vienen publicando infinidad de estudios científicos que demuestran que las grasas saturadas (presentes en un 50% del aceite de palma) aumentan el nivel de colesterol malo (LDL) que provoca infartos y otras enfermedades cardiovasculares.
El artículo elaborado por la EFSA es de gran importancia para la salud pública ya que algunos de estos compuestos son tóxicos para humanos. El 3-MCPD y el glicidol han sido objeto de numerosos estudios donde se evaluaba su toxicidad en modelos animales e in vitro. El 3-MCPD está clasificado como agente carcinógeno para humanos (Grupo 2B) debido a su toxicidad renal y poder para generar nefropatías; mientras que el glicidol es considerado un probable agente carcinogénico (Grupo 2A) por los resultados que evidencian su carácter genotóxico.
Es decir, que afecta al genoma, por lo que no sólo se está haciendo un daño muy grave a las generaciones actuales sino también a las futuras.