Miguel Sempere.
La decisión de la CUP de abstenerse en la primera votación pone a Jordi Turull a los pies del magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, quien este viernes le toma declaración en una situación en la que el ánimo de volver a delinquir es patente. Fuentes judiciales señalan que Turull podría ingresar en prisión en breve y que el sumario por sedición se pretende que esté concluido de forma que pueda haber sentencia en octubre.
La CUP ha justificado su abstención afirmando que “no podemos condicionar nuestra acción política a la acción represiva del Estado. Desde el primer momento dijimos que había continuar el embate con un programa de gobierno para esta legislatura que fuera valiente y continuara el mandato del 1-O”.