
Fernando Alonso Barahona.
Había alguna expectación para saber si la ceremonia de los Óscar de Hollywwod derivaba demasiado hacia los terrenos reivindicativos. Y no puede negarse que así sucedió aunque tal vez menos de lo esperado. El escándalo Weinstein y el movimiento Me too con el descubrimiento – tardío – de numerosos abusos sexuales en el mundo de las estrellas no deja de ser una especie de guerra civil en el campo autodenominado progresista. La hipocresía ha aconsejado prudencia.
Por otra parte el buen resultado económico del primer año de la Presidencia de Donald Trump y su creciente apoyo popular ( pese a tantas fake news o noticias falsas repletas de manipulaciones) tampoco aconsejaba cargar las tintas contra el Presidente que, al fin y al cabo, domina a la perfección un mundo que no le es ajeno como el del espectáculo.
Sea como fuere las salidas de tono y esa sensación de superioridad – no se sabe de qué condición – de algunos cineastas se tradujo en una notable pérdida de espectadores. Así, la audiencia en Estados Unidos de la 90 edición de los Óscar, cayó un 19 % con respecto al año pasado hasta situarse en 26,5 millones de telespectadores, el peor dato en la historia para la retransmisión televisiva de estos galardones de cine.
Según el medio especializado The Hollywood Reporter, se trata de la primera vez que la gala televisada de los Óscar, que duró cerca de cuatro horas, congrega a menos de 30 millones de personas en EE.UU
Se echa de menos el glamour de las grandes estrellas clásicas. Ciertamente el cine no es el que era ni las grandes actrices, actores o directores poseen el encanto de Katharine Hepburn, Gene Tierney, Kirk Douglas, Audrey Hepburn, Bogart, Gary Cooper o Frank Capra, por citar algunos ejemplos .
Este año la cosecha se presumía repartida como así ha sido, no se contaba con grandes favoritos estilo Lo que el viento se llevó, Los mejores años de nuestra vida, Ben Hur, Lawrence de Arabia, West Side Story o Titanic, por citar algunas obras inolvidables que se cubrieron de estatuillas.
La 90° entrega de los premios Óscar se celebró en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, y ha contado nuevamente con Jimmy Kimmel como presentador.

La forma del agua, polémica por la acusación de plagio de que ha sido objeto, obtuvo el Óscar a la Mejor película, y el mexicano Guillermo del Toro, su creador, el Mejor director. Un tanto sobrevalorado este cineasta que peca siempre de presunción. La película interesa en su vertiente fantástica dentro de su irregularidad.
Frances McDormand, protagonista espléndida de Tres anuncios por un crimen, y Gary Oldman, de Las horas más oscuras, (donde encarna a Winston Churchill) ganaron como Mejor actriz y Mejor actor, respectivamente. A La primera le entrego el premio Jodie Foster, una de las grandes actrices contemporáneas, por cierto con muletas ya que se recupera de un accidente.
Frances McDormand bordo su personaje metiéndose en la piel de una madre tenaz y ruda que busca justicia por todos los medios posibles para su hija asesinada, un crimen que nadie parece investigar. Una película dura pero interesante .
La película de habla no inglesa ganadora fue Una mujer fantástica, producción chilena dirigida por Sebastián Lelio.
El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson fue la perdedora de la noche. En toda ceremonia siempre hay perdedoras. Nada nuevo en la historia del cine. Anderson es el director de aquella sobrevalorada película titulada Pozos de ambición, que algún crítico poco avisado quiso comparar con la mítica Gigante, de George Stevens.
Las pocas sorpresas que han tenido los Oscar 2018 han comenzado a llegar en el tramo final. El veterano cineasta James Ivory ( Una habitación con vistas), en su perfil de guionista se ha convertido en la persona de mayor edad en ganar un Óscar no honorífico con 89 años. Lo ha hecho por su brillante adaptación del guión de Call Me By Your Name.
En la categoría de Mejor canción original la ganadora ha sido para ‘Remember me‘, de la cinta animada de Pixar ‘Coco’, subrayando el sabor hispano de la noche. Uno de los momentos más entrañables ha sido el protagonizado por la actriz puertorriqueña Rita Moreno, ganadora de un Óscar a Mejor actriz de reparto en 1962 por su papel como Anita en ‘West Side Story
La continuación de Blade Runner obtuvo el Oscar a la mejor fotografía y Dunkerque se llevó varios premios técnicos desbancando a El ultimo jedi (Star Wars).
La nota graciosa la dio Jennifer Lawrence, siempre bella, con su foto con una copa de vino en la mano que se ha hecho famosa.
No hubo más historia, pero el cine sigue conservando su magia a pesar de las temporadas bajas, los remakes innecesarios o la corrección política .
La historia de los Oscar no es ni mucho menos la historia del mejor cine de Hollywood. Están desde luego John Ford, Frank Capra, Leo McCarey, Elizabeth Taylor, James Stewart, Spencer Tracy, Katharine Hepburn, John Wayne, Gary Cooper, Clark Gable, Norma Shearer, Vivien Leigh, Sofía Loren, Jennifer Jones, Bette Davis, Joan Crawford, Wyler, Wilder, Minnelli, George Stevens, Coppola, Spielberg, o Charlton Heston. Incluso podemos considerar que también se encuentran, aunque no sea en premios individuales, genios como Alfred Hitchcock o Cecil B. de Mille.
Pero en las listas de premiados se echa en falta a Cary Grant, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Tyrone Power, Robert Taylor, Errol Flynn, Chaplin, Keaton, Welles, Gene Tierney, Ava Gardner, Jeanette MacDonald …y si pasamos a directores, la lista de ausencias es clamorosa : Howard Hawks, Fritz Lang, Raoul Walsh, King Vidor, Anthony Mann, Rouben Mamoulian, Nicholas Ray, Douglas Sirk …
Y, sin embargo, el glamour nos sigue atrapando, aunque el cine contemporáneo haya perdido buena parte del encanto y la calidad del gran cine clásico . Por fortuna el DVD pone al alcance de todas las generaciones la herencia gloriosa del que Julián Marías con acierto denominó como “ el arte del siglo XX «. Esperemos que sobreviva al siglo XXI.
https://www.elconfidencial.com/cultura/cine/premios-oscar/2018-03-05/oscar2018-ganadores-hollywood_1530150/