Enrique de Diego.
De tus declaraciones en Los Desayunos de TVE, Celia, se ha destacado que hay muchas personas que llevan «más tiempo cobrando la pensión del que han estado trabajando«. Se trata de una declaración ofensiva. Si eso fuera cierto, deberían tomarse medidas. Es ofensiva porque tú, Celia, no has trabajado en la vida. Has sido siempre una política profesionales que vives, muy bien, de no hacer nada, de arruinar a la sociedad, de dejarnos sin pensiones. Porque si alguien no ha entendido tus declaraciones es sencillo de entender: nos has dejado sin pensiones. Vosotros, los diputados, con tres años en el Congreso ya tenéis la pensión máxima. La Ley de Sostenibilidad, que entra en vigor el 1 de enero de 2.019, va a pegar un tajo a las pensiones de los que llegan brutal. Es la Ley de Insostenibilidad de las pensiones, que tú has aprobado con esa mierda del Pacto de Toledo, que sólo sirve para que cobres dietas, como ha cobrando en negro tu marido, Pedro Arriola, del Partido Popular.
Mira, Celia, tu discurso es semejante al de una verdulera, con perdón de las verduleras. En tu cara, te has fundido las pensiones de unos cuantos españoles. No está el PP para tus garruladas. No provocáis más que hastío e indignación.
Lo de la «mochila» de los jóvenes yendo de una empresa a otra debe ser una pérdida del sentido de la realidad, como la del ahorro para los de 45 años. ¿Sabes lo que se cobra hoy en España? ¿Lo que ganan los jóvenes meritorios, con contratos precarios? Las mochilas están roídas y llenas de agujeros. Se sobrevive de los padres y los abuelos. No hay capacidad de ahorro. Sólo la tienes tú, a cambio de arruinarnos.
Conviene que la gente se vaya enterando de que tú y los que sois como tú os habéis fundido las pensiones con francachelas y corrupciones, con inutilidades y privilegios. Habéis obligado a los españoles a contratar su jubilación con el Estado para tenerlos cogidos y asustados y habéis montado una estafa piramidal. Vosotros sí que sois una estafa piramidal, infinitamente superior a la Fórum Filatélico. Y ahora, en vez de iros, de pedir perdón, de pagar por vuestras responsabilidades de estafadores, te dedicas, detritus de la casta, a reírte de los que has empobrecido, de los que has llevado al hambre y la miseria. Lo curioso y llamativo es que se te consienta.