Luis Bru.
El Español, digital puesto en marcha por Pedro José Ramírez se encuentra en dificultades económicas cuando lleva dos años de vida, y no se percibe ninguna opción a que entre en beneficios en el futuro. El prestigioso digital vasco ikusle.com ha dado la primicia de que El Español ha recurrido al mercado secundario de valores. Para Rambla Libre no es una sorpresa que la acción de El Español se cotice a 29,18 euros cuando el precio de emisión fue de 100 euros, lo que implica que quienes invirtieron en El Español han perdido algo más del 70%. Es decir, que el empresario colombiano Carlos Mattos Barrero de los algo más de 900.000 euros que invirtió, y que están representados en el Consejo de Administración por la nueva esposa de Pedro J, la polémica abogada Cruz Sánchez de Lara, ahora tiene algo menos de 130.000 euros.
Reducción de retribuciones al equipo directivo
Según El Confidencial Digital, de José Apezarena, al equipo directivo de El Español se le ha reducido el 10% sus retribuciones. Una de las crisis de partida es, según fuentes solventes, los altos sueldos puestos a los directivos, y especialmente a Pedro J Ramírez. En 2016, El Español tuvo unas pérdidas de 2,7 millones de euros. Según analistas de comunicación, el citado digital tiene una estructura megalómana y disparatada. En ese año, la partida de nóminas se elevó a 5.805.952 euros, el doble que el año anterior. Eso representa el 61% de los gastos totales, que se elevan hasta 9,4 millones de euros anuales. Pedro J está disparando con pólvora de rey y el dinero de los inversores y lo que dispara son salvas, porque El Español no ha representado la revolución prometida, ni tiene influencia relevante.
El Español puede darse por proyecto fracasado. Ha oscilado en su línea editorial e informativa hacia las posturas de Cruz Sánchez de Lara girando hacia la izquierda. Como lo ha definido el prestigioso periodista Eulogio López, es «ultrafeminista, homosexualista y cristófobo». La propia Cruz Sánchez de Lara ha mostrado aversión cerval al cristianismo indicando que la educación católica que recibió ya era un maltrato.
Los Vallvé, fundadores y financiadores de la golpista Ómnium Cultural, brockers de Ramírez
Pero más grave aún es que un medio que se titula El Español se haya entregado en manos del separatismo. Ikusle destaca que Rambla Libre ya informó a la opinión pública de esta incoherente deriva. Las encuestas de El Español son siempre las más favorables al separatismo. Ese digital sólo es citado por los medios separatistas más radicales. Hay un dato concluyente que confirma esta penosa traición. La mediación en el mercado secundario de valores de El Español ha sido encargada al brocker GVC Geasco Bekal, propiedad de la familia más separatista de Cataluña, los Vallvé, fundadores y principales financiadores del grupo sedicioso Ómnium Cultural, cuyo presidente, Jordi Cuixart, se encuentra encarcelado por auto de la juez Carmen Lamela.
Joan Ballvé es vicepresidente de Ómnium Cultural y era consejero del brocker de Ramírez. La presidenta, María Ángeles Vallvé es otra reconocida separatista casada con Joan Hortalá, presidente de la Bolsa de Barcelona, que fue concejal, diputado, conseller con Jordi Pujol y secretario general de Esquerra Republicana. A pesar de estas trayectorias tan nítidamente separatista, GVC Geasco fue de las primeras empresas en trasladar su sede de Cataluña a Madrid, a la Calle Marqués de Villamagna, 3.
«En vez de El Español debería tener la decencia de llamar a su digital El Separatista»
Según Enrique de Diego, editor de Rambla Libre, «Ramírez está haciendo cosas que parecen indicar que está descentrado. Debería tener la dignidad y la decencia de cambiar el título de su digital y en vez de El Español llamarse El Separatista. El Español es un título que obliga mucho y Ramírez no está a la altura, no le está haciendo honor, así que hay que hacer un llamamiento, en estos tiempos difíciles para la Patria, a que los inversores vendan sus acciones -antes de que no valgan nada, dado su deterioro galopante-, los suscriptores patriotas se den de baja y los lectores dejen de entrar a ese digital antiespañol y en connivencia con un brocker que es el núcleo duro de los golpistas de Ómnium Cultural. Ramírez puede ser un mal periodista, pero lo que no puede es escudarse en un título como El Español para jugar con España».
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