
Miguel Sempere.
En un momento crítico para la nación, a su frente tiene a un presidente alicorto, deslegitimado por la corrupción, que es llevado a rastras, dada su mayoría minoritaria, al Congreso para dar explicaciones sobre el caso Gürtel. La sedición catalana en todo momento de fondo.
Rajoy no va a dimitir, no va abdicar. «Mi obligación es gobernar y lo seguiré haciendo para cumplir con España y con esta cámara. Es mi obligación y no voy a abdicar de ella«. Promete, eso sí, «firmeza» para frenar «el proyecto autocrático liderado por radicales».
La portavoz socialista, Margarita Robles le pidió a Rajoy que «dimita por dignidad«, aunque prometió apoyo socialista al Gobierno tanto en la lucha contra el terrorismo como en lo relativo a la secesión de Cataluña. Albert Rivera presentará el lunes un proyecto de ley para limitar a dos los mandatos de la presidencia del Gobierno; un ataque directo a Rajoy. El diputado de ERC, Joan Tardá espetó que sólo queda «la violencia de los corruptos» para frenar el referéndum.
Cae el telón: toda la atención se concentra, de cara al próximo acto, en el avanzado proceso sedicioso de los separatistas catalanes.