
Jaime Balmes.
Somos las cobayas de un vasto proceso de ingeniería social satánico. Uno de las nuevas puntas de lanza de esa ingeniería es la degradación de la maternidad a través de los vientres de alquiler, ahora en la corrección política, llamada maternidad subrogada. No es extraño que ese partido que es el mal absoluto, surgido de las tinieblas, Ciudadanos, con ese personaje sin escrúpulos que es Albert Rivera se dispongan a legislar a favor de la materia.
Desprecian a la mujer y a su función en la naturaleza, desprecian al hombre y a su función en la naturaleza, arrebatan su dignidad a los niños y los transforman en un objeto, en una mercancía, en un capricho de los hijos de la acomodada decadencia espiritual e intelectual de Occidente. Condenan a los niños a no conocer a su padre o a su madre verdadera obligándoles a aceptar una estructura «familiar» impuesta, artificial, irreal, mendaz en contra de la naturaleza y de Dios.