
Virginia Montes
Los recientes escándalos contradicen considerablemente el crédito presidencial, después de una campaña electoral centrada en la moralización de la vida pública. Emmanuel Macron, si no reacciona, seguirá el mismo camino que François Hollande…si es que no lo ha hecho ya.
Todo era bueno entre los candidatos de En Marche! que podían afear a François Fillon, sobre sus negocios, su moralidad…Ahora se ve que quienes se creían en condiciones de dar lecciones no lo estaban. «Fillon se ha presentado como un santo y luego se ha posicionado como un mártir», declaró un cierto…Richard Ferrand, el 3 de marzo, en France Inter.
La línea de defensa para el Gobierno era claro: en tanto que la Justicia no sepa nada del caso Ferrand, se mantiene el apoyo. Pero ahora se hace público que se ha abierto una investigación preliminar. ¿Cuál es ahora la línea de defensa?
Pero no es únicamente Richard Ferrand, con sus oscuros negocios inmobiliarios, el que está inquieto. La ministra de Asuntos europeos, Marielle de Sarnez está igualmente en el punto de mira de la Justicia. Se ha abierto una investigación preliminar sobre los supuestos empleos ficticios de asistentes de 19 eurodiputados…entre los que se encuentra la actual ministra Sarnez. «No puedo soportar -ha declarado la ministra que el Frente Nacional denuncia a eurodiputados honestos para cubrir su propio escándalo».
Ante estos hechos, muchas preguntas se acumulan: ¿Por qué Macron está mudo? ¿El Gobierno de Philippe es todavía creíble? ¿Esta es la moralización prometida de la política? Los franceses, a diez días de la primera vuelta de las elecciones legislativas, deberán responder a estas cuestiones.