Miguel Sempere
Nada nuevo bajo el sol de Ferraz: Susana Díaz se ofrece como la candidata de la vieja guardia socialista, de todos aquellos que tienen mucho que perder con cualquier cambio de las estructuras, los de las puertas giratorias y la corrupción, los del felipismo. «Somos el PSOE, el de siempre, el de ahora, el del pasado y el del futuro. Tengo el orgullo, el honor, de anunciar mi candidatura a la secretaría general del PSOE«. Siete mil personas asistieron al momento en vivo. Otras dos mil tuvieron que seguirlo en un pabellón próximo.
Susana Díaz eludió referirse a Pedro Sánchez –ya lo hicieron los de la Gestora con anterioridad- y prometió reverdecer las victorias de González y Zapatero. También reivindicó para el PSOE toda la izquierda: “más a la izquierda del PSOE no hay nadie». Bueno, está Podemos, pero para Susana no cuenta.
«Hablar de Felipe es hablar del presidente que llevó a este país a la modernidad. Hablar de José Luis Rodríguez Zapatero es hablar de la igualdad«. En suma, un PSOE que huele a naftalina.