Miguel Sempere
Sucedió en el tercer aniversario de la masacre de Atocha. El coordinador de Murcia del grupo Peones Negros, que entonces era autónomo y no tenía el carácter proterrorismo islámico actual, propuso terminar sus actos con el Himno nacional. El coordinador nacional, Luis Miguel, The Smoker, abrió el debate para que decidan los coordinador provinciales. Luis del Pino le ordenó que detuviera esa iniciativa, pues no podía permitirse que “Federico abra por la mañana su programa diciendo que he prohibido, en Peones Negros, que se toque el Himno nacional”.
The Smoker entiende que Luis del Pino ha dado una consigna y, por tanto, ha de asumir, de una vez, el liderazgo. Así que dimite y le transfiere la coordinación nacional. Están en marcha actos autónomos de Peones Negros por el 11-M. Luis del Pino se reúne con Francisco José Alcaraz y le transmite que los Peones Negros no celebran ningún acto y que se sumarán a los que convoque la Asociación de Víctimas del Terrorismo. El proislamista Del Pino ordena que se acuda a Atocha, a las 12 horas, “sin símbolos, como ciudadano”.
Los grupos locales han encargado cuñas de radio, puesto carteles, comprometido anuncios en la prensa. “Esto es un absoluto desastre descomunal, tenemos las cuñas grabadas y pagadas en la COPE”, explicó el coordinador de Almería; “en Alcalá no vamos a acatar ninguna decisión unilateral por parte de nadie”, clamó el coordinador de Alcalá de Henares; la asociación de León comunicó que se declaraba independiente.
Los coordinadores provinciales exigieron una reunión a la que asistieran tanto Luis del Pino como The Smoker. Una especie de careo. Tuvo lugar en el café de los Artistas, situado en los bajos del Complejo de Colón. Asistieron Ángeles Pedraza y un grupo de peones negros de Madrid.
Del Pino explicó que Peones Negros no era más que una pata de un proyecto político más global y exigió el control absoluto sobre cuanto se diga o haga Peones Negros, porque su imagen está ligada al movimiento y quien no esté de acuerdo que se vaya.
Al día siguiente, colgó un escrito titulado “Reorientación de la estrategia”, en el que afirmó que “ahora, con el juicio en marcha, las movilizaciones en su formato actual, corren el riesgo de volverse en nuestra contra. Cuando algo deja de ser una herramienta que permite avanzar más rápido y pasa a convertirse en un problema que impide el avance, hay que acabar con el problema cuanto antes”. Con él quedarán solo los más sectarios, los más antipatriotas y los más proislamistas.