Enrique de Diego
Los españoles se van a quedar sin pensiones (no los que vienen, los que ya están) como yo me quedé sin abuela y ello sin una sola protesta ni tan siquiera un susurro. ¡No hay dinero en la hucha! Entre 2007 y 2015 los gastos de la Seguridad Social han aumentado el 3% mientras los ingresos el 0,9%.
Se está empezando a preparar a la opinión pública para el gran desastre. Rajoy prepara al PP para elecciones en noviembre, ante de que estalle toda la farsa: la extraordinaria de diciembre, para la que no hay dinero. Luis de Guindos plantea emitir deuda pública. La prensa económica internacional ya empieza a decir que España va a ganar a Grecia.
Y va el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que es del PP, porque en esta mierdocracia todos los puestos están tomados por los partidos y no hay independencia, y propone retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años. Para qué andarse con medias tintas, el Gobierno puede situar, de inmediato, la jubilación a los 100 años y resuelto el espinoso asunto de las pensiones. Si aumenta la esperanza de vida, puede seguirse retrasando la edad de jubilación.
El sistema de reparto siempre ha sido una estafa piramidal, como era mentira que los inmigrantes nos iban a pagar las pensiones. Habría que luchar contra la corrupción en serio de modo que se devuelva todo lo robado y empezar a podar el Estado acabando con las autonomías o poner fuertes impuestos a las depredadoras empresas del Ibex.
Vamos hacia el abismo y la quiebra como sociedad en medio de una calma chica enervante (cien mil extranjeros cobran pensiones no contributivas). Los españoles están siendo arruinados y encima se les toma el pelo (¿cómo era lo del tonto y la linde?). Rajoy siempre ha sido un inútil y un mentiroso.