
La mascarada se ha culminado. La cabalgata de Vich se convirtió en una reivindicación secesionista, lejos del sentido religioso y tradicional de los Reyes Magos de Oriente.
Animados por grupos independentistas, ciudadanos y niños de Vich acudieron a la cabalgata con farolillos con la bandera ilegal de la estelada.