Luis Bru
“No hubiera imaginado nunca que las relaciones entre PSOE y PSC se estropearan por la investidura de un presidente del PP”, aseveró Miquel Iceta en su intervención ante el Consell Nacional del PSC, que refrendó su decisión de votar no a la investidura de Mariano Rajoy por 241 votos a favor y una sola abstención, representante de la corriente interna Ágora Socialista.
El PSC lidera, de esta manera, el no a Mariano Rajoy dentro del grupo socialista, en el que las decisiones de romper con la disciplina respecto al Comité Federal alcanzaría a entre 18 y 22 diputados, lo que hace que si la Gestora tomara la medida de enviarles al grupo mixto, el PSOE quedaría con menos diputados que los 71 de Ahora Podemos.
Los socialistas catalanes remarcan su autonomía y plantean un problema muy serio de unidad al PSOE. A pesar del riesgo de ruptura con el PSOE, los consellers nacionales han apostado por mantener “si puede ser” la relación fraternal con los “compañeros socialistas” españoles a los que han reclamado “comprensión” a la postura del PSC.
La resolución aprobada consta de tres puntos asegura que se “rechaza” la investidura porque además de la corrupción, de sus propuestas económicas es “en gran medida responsable de la falta de diálogo entre los gobiernos de Catalunya y España” con un “riesgo de un desastroso conflicto institucional a corto plazo”. Por ello exige a los siete diputados que voten negativamente a la investidura.
En este sentido, el punto tres remacha la convicción en el socialismo catalán que habrá problemas de la relación del PSOE. Una situación que el PSC espera superar con la “aceptación de las diferencias y la gestión de las discrepancias” para construir un proyecto social y federal”.