Miguel Sempere
Francisco Bergoglio dejó tiradas a dos familias cristianas en su viaje a Lesbos. En un gesto significativo, optó por llevar al Vaticano a tres familias musulmanas, con un total de doce miembros.
En la rueda de prensa en el vuelo de retorno de Grecia a Roma, Bergoglio respondió a una inquietud de uno de los periodistas sobre por qué entre los refugiados sirios que llevó en el avión papal no había ningún cristiano.“¿No sería mas útil privilegiar a los migrantes cristianos? ¿Por qué decidió traer consigo a tres familias musulmanas?”
Bergoglio explicó que “no tomé ninguna decisión entre cristianos y musulmanes”. La capacidad de discernimiento es fundamental en el ámbito moral. El que detenta el título de “Santo Padre” ha de mirar, obviamente, primero por sus hijos; eso es lo que haría cualquier padre naturalizado. Ese indiferentismo de la respuesta implica un alto contenido relativista y un incumplimiento de su misión específica. No se hace acreedor a un título fundamental del Papado.
Bergoglio adujo que “estas tres familias tenían los documentos en regla y se podía hacer”, mientras había otras “dos familias cristianas que no tenían los documentos en regla”. Para ser un personaje que hace continuamente campaña por la inmigración irrestricta, y por acabar con las fronteras de Europa, y que dice que su sueño “es una Europa donde ser inmigrante no sea delito” (es infracción administrativa), la razón sugiere excusa burocrática.
El liderazgo débil y vanidoso de Bergoglio, siempre buscando el aplauso fácil de la corrección política, da la impresión que quería hacerse la foto llevándose musulmanes, con mujeres con hijab. Bergoglio se explayó en describir a las familias que iba a acoger en el Vaticano, con todos los gastos pagados, mientras que de esas dos familias cristianas dejadas en tierra no dio un solo detalle, como si no le importaran lo más mínimo. El haber llevado a las tres familias musulmanas a bordo del avión papal rumbo a Roma, dijo Bergoglio, “no es un privilegio, todos son hijos de Dios”. La frase entraña una abrumadora estupidez, Parece que para Bergoglio son más hijos de Dios los musulmanes. Es cierto, que, según el Vaticano, hay dos familias sirias cristianas acogidas.
De los 1.600.000 cristianos que había en Iraq con Sadam Husein, actualmente no quedan más de 300.000. De los 2.500.000 de cristianos que había en Siria, actualmente quedan 1.200.000. En Alepo, de los 150.000, quedan 50.000. Miles de cristianos han sido martirizados, no se conoce ni su número, con el silencio cómplice de Bergoglio.
La Iglesia Católica no ha realizado ninguna iniciativa de acogida de cristianos de Iraq y Siria. RL se ha puesto en contacto con instituciones pontificas como Ayuda a la Iglesia Necesitada que se remite “al Estado”. Los cristianos de Siria e Irak se sienten abandonados, porque han sido abandonados por Bergoglio y la jerarquía católica.