Enrique de Diego
En lo que es un escándalo de Estado y un abuso de poder, el juez Santiago Pedraz mantiene en prisión a Miguel Bernard, presidente del sindicato Manos Limpias, y toda una referencia de lucha contra la corrupción.
Sin una sola prueba, sin un solo indicio, con testimonios claros que lo exculpan completamente se le sigue manteniendo en prisión, lo que ha podido provocarle daños irreversibles en su salud. El número 2 de La Caixa, Jaume Giró declaró en sede judicial que se reunió tres veces con Miguel Bernard, una de ellas en un almuerzo, y que en ninguna de las tres ocasiones Bernard le pidió dinero y menos aún para exculpar a la infanta. Tampoco llegó a reunirse con Miguel Roca, como este pretendía. Lo único que consta en el sumario es una reflexión esotérica y chusca de la UDEF dice que Bernard “era un pelele de Luis Pineda”, pero eso es literatura barata, sin ninguna base jurídica.
Se trata de una persecución política, con la que se pretende desprestigiar a una persona y acabar con el sindicato Manos Limpias, referencia casi única de lucha contra la corrupción. En esa campaña de desprestigio, participa el diario Abc, al que podrían haberle sido suministrados los discos duros del sindicato, según fuentes de toda solvencia. “Todo lo manipulan”, apuntan fuentes jurídicas. Así, un documento ante notario de un conejero del Banco de Santander sobre la muerte de Emilio Botín, que estaba viviendo un romance y pretendía casarse, lo que ha levantado suspicacias en torno a cambios en su testamento, fue puesto en conocimiento por Miguel Bernard a la Fiscalía, y no tenía ninguna finalidad de extorsión, ni era ningún informe del Sindicato.
Se está vulnerando claramente la presunción de inocencia, como apuntan fuentes jurídicas contrastadas, que también sitúan al exjuez Baltasar Garzón detrás de las decisiones de Santiago Pedraz.
Lo ha pasado muy mal y reza mucho
Miguel Bernard tiene 74 años y “lo ha pasado muy mal”, según nos relatan personas que lo visitan con frecuencia. Ha estado a punto de perder un ojo, porque tuvo un desprendimiento de retina. Bernard tuvo un principio de ictus hace dos años y le sube mucho la presión en situaciones de stress. Ha superado esta situación y ahora se encuentra en la enfermería de la prisión. Ha recupera el ánimo y “está muy fuerte”. Hoy mismo ha presentado un recurso ante el juez Santiago Pedraz para ser puesto en libertad sin cargo alguno.
Fuentes jurídicas contrastadas indican que la prisión preventiva está completamente injustificada, pues no hay riesgo alguno de fuga, con las cuentas bloqueadas, donde se comprueba que es una persona honrada que no se ha lucrado, siendo, además, una persona de edad y enferma.
Miguel Bernard, que en todo momento ha contado con el apoyo de su familia, con el cariño de su mujer y de sus dos hijas, “reza mucho y hay mucha gente rezando por él”.