Ramiro Grau Morancho. Abogado.
Confieso que soy católico…, y pecador, como la mayoría de los católicos. Pero eso no empece para que pueda dar mi opinión con la mayor objetividad posible, teniendo en cuenta que todas las opiniones son siempre subjetivas.
Se está hablando mucho en Zaragoza, y por ende en toda España, de la pretensión del Ayuntamiento de Zaragoza de litigar por la propiedad de las dos Catedrales de la ciudad, El Pilar y La Seo, aunque yo sostengo la tesis de que la Iglesia de San Pablo merecería ser la tercera Catedral de la ciudad. ¡Lástima de esos edificios que le adosaron, y que impiden que pueda verse en su conjunto, como un monumento singular…!
Decía un ilustre pensador, cuyo nombre ahora no recuerdo, que en España más que ateos lo que había eran anticlericales, es decir personas totalmente opuestas a la Iglesia Católica, “por principios”, y enemigos declarados de los curas y monjas, de la enseñanza en colegios religiosos, de las procesiones de Semana Santa en las vías públicas, etc. Es algo que constatamos todos los días, por los que no hacen falta más explicaciones.
De la misma forma que el gobierno cuatripartito de Aragón y de Zaragoza (Podemos, que lleva la batuta y la voz cantante, IU, o lo que queda de ella, la Chunta Aragonesista y el acompañamiento coreográfico del PSOE, en su condición de tontos útiles) está empeñado en disimular su nula gestión con gestos demagógicos y ¿populistas? anticlericales, como pedir al gobierno central que reclame la “propiedad” de las Basílicas del Pilar y de La Seo, nada menos… ¡Por pedir que no quede!
Se basan en que la inscripción de la propiedad en los registros correspondientes se realizó mediante una Certificación del Ordinario del lugar, en este caso el Arzobispo Metropolitano de Zaragoza, acreditativa de la titularidad de los citados templos, y al amparo de la normativa legal correspondiente. (Que como fruto de estas presiones ha sido derogada con posterioridad, pero que era totalmente legal y por lo tanto jurídicamente válida, en la fecha de los hechos).
Resulta obvio que los Registros de la Propiedad son de creación muy posterior a la construcción de ambas Basílicas, y que de alguna forma había que documentar su existencia… (Aprovecho para recordar y homenajear al Rvdo. Don Francisco Gutiérrez Lasanta, Beneficiado de la Biblioteca del Pilar, que nos dejó hace varias décadas, y que escribió una obra monumental sobre la Historia del Pilar de Zaragoza, creo recordar que en 14 tomos, de los cuáles tengo varios en mi biblioteca, generosamente donados por su autor…,y que espero no me reclamen también los anticlericales).
Se podrá discutir si las subvenciones concedidas por el Gobierno de Aragón para restaurar La Seo, por ejemplo, deberían de ser reembolsadas o no, por ejemplo con un porcentaje o participación en el coste de las entradas para visitar el templo, pues creo hay que pagar a determinadas horas, pero de ahí a pretender la propiedad, por haber pagado unas reformas (seguramente con dinero de la Unión Europea o del 1% para fines culturales), va un abismo, que cualquier iletrado o medio jurista sabe perfectamente que es una auténtica pretensión insostenible, o hablando claramente, una aberración jurídica.
Como nuestro alcalde es abogado, y ha ejercido la profesión durante varias décadas, parece evidente que sabe perfectamente que estas “aspiraciones” son meras chorradas, ocurrencias y paridas, muy en la línea podemista, destinadas a satisfacer al populacho, pero sin viabilidad alguna…
Pero en fin, así se escribe la historia. Pan y circo, como decían los romanos, y ahora paro y comedia. No han cambiado mucho los tiempos, la verdad.