El Paris Saint-Germain (PSG) ha sorprendido al mundo del fútbol al consolidarse como uno de los principales contendientes en la UEFA Champions League 2024/25, demostrando que la salida de Kylian Mbappé, su antigua estrella, no ha frenado su ambición europea. Bajo la dirección técnica de Luis Enrique, el conjunto parisino ha alcanzado las semifinales de la competición, exhibiendo un juego colectivo sólido y una mentalidad ganadora que los posiciona como serios aspirantes al título.
La marcha de Mbappé al Real Madrid en el verano de 2024 marcó el fin de una era para el PSG, pero también el comienzo de una revolución liderada por Luis Enrique. En lugar de buscar reemplazar al astro francés con otra superestrella, el técnico español apostó por construir un equipo equilibrado, con un enfoque en la unidad y la versatilidad. Jugadores como Ousmane Dembélé, Bradley Barcola, Gonçalo Ramos, Désiré Doué y Vitinha han asumido el protagonismo, repartiéndose la responsabilidad goleadora que antes recaía en Mbappé. Dembélé, en particular, ha sido una revelación, anotando 21 goles en todas las competiciones, una cifra que lo coloca como uno de los delanteros más letales de Europa esta temporada.
El punto de inflexión llegó en los octavos de final, cuando el PSG eliminó al Liverpool en una emocionante tanda de penales en Anfield, un resultado que resonó en todo el continente. Posteriormente, en las semifinales, los parisinos mostraron su fortaleza al vencer al Arsenal en el Emirates Stadium con un contundente 0-1, dejando la eliminatoria prácticamente sentenciada. Este éxito se atribuye a la filosofía de Luis Enrique, quien ha inculcado un estilo de juego compacto y dinámico, con una presión alta y una defensa sólida que ha reducido significativamente los goles encajados.
“Cuando dije que seríamos mejores sin Mbappé, muchos me llamaron loco. Pero este equipo es ahora una máquina bien engrasada. Jugamos como unidad, y eso nos hace peligrosos”, afirmó Luis Enrique tras la victoria ante el Arsenal. La afición parisina, inicialmente escéptica tras la salida de su ídolo, ha abrazado esta nueva identidad, con una audiencia récord de 2,38 millones de espectadores sintonizando el partido contra el Liverpool, según L’Équipe.
El contraste con el Real Madrid, eliminado en cuartos de final con Mbappé en sus filas, ha alimentado la narrativa de que el PSG ha encontrado su mejor versión sin depender de una sola estrella. “Mbappé se fue para ganar la Champions, pero somos nosotros los que estamos en semifinales”, comentó un hincha en las redes sociales, reflejando el sentimiento de orgullo que recorre París.
Mientras el PSG se prepara para el partido de vuelta contra el Arsenal y sueña con alcanzar la final, el mensaje es claro: este no es el equipo de una sola figura, sino un colectivo que ha transformado la ausencia de Mbappé en una oportunidad para brillar. Con Luis Enrique al mando y una plantilla rejuvenecida, el PSG está más cerca que nunca de conquistar la ansiada “Orejona”.