Enrique de Diego.
Florentino Pérez-Kalergi se ha cargado el Real Madrid como institución, que debería cambiar de nombre, para responder a la nueva realidad. Podría llamarse el Real de la Galaxia. Este Real Madrid no tiene pasión. La épica del Santiago Bernabeu brilló por su ausencia y la remontada fue un sopor intenso, en el que el público ni pita no vaya a herir la sensibilidad de esos once multimillonarios, que no se esfuerzan para nada, que no sudan la camiseta. Lo de menos no es el resultado, un 1-2 a favor de un equipo discreto como el Arsenal, pero lo de más fue esa sensación de hastio, esa falta total de identidad, de esencia, esa falta de pasión, en el que la derrota fue justa y merecida -pudo ser más abultada si Courtois no para el penalty- y la remontada un imposible metafísico que ni siquiera se intentó por este equipo globalista sin alma.
Y la culpa no es de Ancelotti, un hombre mayor y desganado, que hace lo que le manda Florentino Pérez-Kalergi. En este momento, el madridista garrulo trae a colación los trofeos conseguidos. También se muere de éxito. Este no es el Real Madrid en una larga transición de sacrificios y epopeyas. Este no es el Real Madrid de Di Stefano, Gento, Puskas, ni el Real Madrid de Zoco, Sanchís, Velázquez, Pirri, Serena -como vibró España entera con su gol-, ni tan siquiera es el de Martín Vázquez, Pardeza y el servil Emilio Butragueño, ni el del añorado y qierido Juanito y Santillana. Este es desastre sin paliativos hechura de Florentino Pérez-Kalergi para la Liga de la agenda 2030.
No es el Real Madrid de Santiago Bernabeu, un gigante modesto que hizo un Club para que se sintieran orgullosos los españoles por medio mundo. Eso a Florentinoo Pérez-Kalergi le importa un higa. Él es un hombre de los nuevos tiempos. desde su lejana corrupcion moral en la UCD; un hombre para los tiempos sombríos del presente, un vende camisetas, que ha convertido el Estadio en un desfile de celebridades rocabombolescas que ya ni entrenan. Y este es el quipo que ha llegado a sus contradicciones internas a imagen de Florentino Pérez-Kalergi, con un entrenador complaciente, que se ha ido el alemán Kroos (al que le felicitó la ganancia, porque dijo que ha ganado suciente dinero para varias generaciones y no se iba a ir a Abu Dabi a recolectar aún más, sino que se los iba a dedicar a la familia). Kroos era el cerebro del equipo, ese tipo de jugador que no es un activista, pero que organiza el equipo y le da sentido. Florentino Pérez-Kalergi que es un tipejo de las vídeoconsolas y la FIFA ha fichado, tras trece años de rechazos, que es para hacérselo mirar, a Mbapeé que juega en la misma posición que Vinicius Jr. Dos prima donas en un solo equipo. Demasiado. Sólo que Mbapeé no corre. Vive para los patrocinios. Luce sus botas Nike, que deben ser una mierda o un remedo de las botas malayas porque el divo se lesionó solo, se dobló el tobillo o se lo dobló la bota.
Por cierto, que la razón de la venida del hombre que se enamora de los trans, era que venía al equipo que ganaba copas de Europa y abandonó para ello el París Saint-Germaine, de donde resulta que el PSG, sin Mbapeé, está en cuartos de final de la Copa de Europa, mientras el Real Madrid, con Mbappé, ha caído goleado ante el Arsenal. ¿Como se come eso? Realmente, a fuer de elogios, Mbapeé es un juguete roto de Florentino Pérez-Kalergi. y está para la retirada como si fuera una vieja gloria. No sirve para nada. Está para calentar banquillo.
El Real Madrid es un equipo con el que no me identifico, que no me representa porque no me puede representar. Es un equipo amorfo y descerebrado, en el que a su pesar puede salvarse Vinicius, pero le pierde ser un producto del satanista Jayr Z. Pero claro este es un Real Madrid que quita la Cruz en los países islámicos, según por donde le da el viento. Jugar a ser como Dios produce estos descalabros.
No hubo remontada, no pudo haberla, este equipo de la negritud no da para eso. Florentino Pérez-Kalergi es un completo fiasco. Ante el Arsenal lo que se vio un fin de ciclo. El marrón se lo comerá Ancelotti, pero en realidad el fin de ciclo es el de Florentino Pérez-Kalergi. Este equipo, sin identidad, sin esencia, está llamado a decaer. El Real Madrid de la decadencia. El Real Madrid de Florentino Pérez-Kalergi. La abominación de la desolación. Sapos y culebras en el Palco…y Mbapeé.