Javier de la Calle.
Inés Hernand es un juguete roto que quiere destrozar la vida de los demás. Está adicta al dinero público que cobra de RTVE, y por eso alaba al poder. Sin embargo, su vida es un caos, como ella contó en este relato: «Inés tenía 13 años, iba en primero de la ESO, acababa de echarse un novio de esos que duran menos de dos cines y era el día se San Valentín. El chico en cuestión, que no iba a su clase, se asomó a la ventana de la de Inés con un preservativo en la mano, dando señales, y no de humo, de sus intenciones para celebrar el «Día de los Enamorados». Inés se saltó la clase siguiente para enrrollarse con él en los baños. Allí, le realizó una felación. Esa decisión cambió su reputación para siempre en el instituto. Ella fue acusada de Warra, con W, y él, que se encargó de difundir la buena nueva por el colegio, se quedó con el papel de macho alfa.
Este momento marcó un antes y un después en la vida de Inés. A partir de ese 14 de febrero, su vida escolar cambió por completo. Sus compañeros la dejaron de lado, la dejaban sola en el recreo y hasta llegaron a dedicarle un «INÉS, WARRA», en tamaño XL, en el corcho de la clase de al lado».